EL NUEVO AÑO CHINO: CONEJO DE AGUA / Patricio Chambers M.
Entre las ciencias tradicionales se encuentra la astrología, presente en todas las grandes civilizaciones como el Egipto antiguo, Mayas, Aztecas y también en el Incario.
Lamentablemente lo que hoy entendemos como tal no va más allá de una serie de supersticiones, por lo que se ha perdido el sentido profundo de un conocimiento que trataba de investigar no tan solo el derrotero, la marcha y el destino de los cuerpos, sino el de las almas, las unidades más perdurables.
“De tal suerte, entonces, había un horóscopo para el cuerpo, pero fundamentalmente lo que importaba era el horóscopo para el alma. Los cuerpos serían como distintos días o como distintos momentos en su larga trayectoria de alma.” (Jorge Ángel Livraga)
En la observación de las estrellas y el conocimiento sobre los astros, muchos pueblos a lo largo de la historia encontraron maneras determinadas de conocer y explicar la realidad a través del zodiaco y así comprender las personalidades, actitudes, fortunas y destinos de los individuos.
En medio de un mundo fuertemente materialista como el actual, ese conocimiento se reduce a lo circunstancial y en este contexto nos vamos a referir al horóscopo chino y su calendario o manera de medir el paso del tiempo.
El calendario chino está basado en el año lunar a diferencia del calendario occidental que es de índole solar, haciendo que los festejos de año nuevo en ambas culturas no concuerden con respecto a las fechas. El año lunar suele ser más corto que el solar y está compuesto por 12 meses de 29 días y medio cada uno.
De ahí que el horóscopo chino clasifique a las personas en función de su año de nacimiento, a diferencia del zodiaco occidental, que lo hace según su día y mes. Además, las representa con un animal, que conceptualiza las características de su forma de ser, y asigna un elemento: metal, madera, agua, fuego o tierra.
Como está basado en el calendario lunar, el horóscopo chino se nutre de 28 constelaciones, además de tardar 60 años en completar un ciclo. Así, el Año Nuevo Chino comienza con la salida de la segunda luna nueva después del solsticio de invierno. Esta práctica se remonta al siglo XIV a.C., y sus orígenes son legendarios.
Las fechas del Año Nuevo Chino varían, pero siempre se sitúa entre el 21 de enero y el 20 de febrero. Para este 2023, la festividad empezará el domingo 22 de enero.
En esta fecha, conocida también como el Festival de la Primavera, las comunidades chinas de todo el mundo celebran el inicio de un nuevo año. Las festividades despiden al año viejo y están destinadas a traer suerte y prosperidad en el nuevo.
Según el calendario, este Año Nuevo Chino 2023 estará representado por el Conejo de Agua, animal que tomará la posta del Tigre de Agua y, que según expertos simboliza entre otras cosas la vigilancia, el ingenio y la mente rápida.