DESPUES DE LA GOBALIZACION…. DESGLOBALIZACION / EDISON NARVAEZ Z
Con la caída del Muro de Berlín (1989), el colapso de la Unión Soviética (1991) y el fin de la Guerra Fría (1992), la Globalización se convirtió a escala planetaria en el fenómeno económico, social, político y cultural más importante y dominante de nuestra época, pues abrió nuevas oportunidades y eliminó viejas limitaciones; esencialmente el mundo se convirtió en una gran aldea global cada vez mas interconectada, dedicada a resolver los problemas del capitalismo y de la economía de mercado. El Comunismo había muerto.
No obstante, la década de 2020 va revelando problemas propios de la globalización y sus desequilibrios. La crisis del coronavirus dio al traste con el sueño “Un Mundo sin barreras”, muchos países se vieron obligados a cerrar sus fronteras, pues las medidas anti-contagio provocaron interrupciones, provocando que las cadenas de suministro se volvieran más lentas, por tanto, empresarios y gobiernos navegan en la disyuntiva de los riesgos asociados a la integración global. Esta ralentización de las cadenas de suministro está generando que las empresas pongan en marcha procesos de reubicación y regionalización de sus actividades productivas, es decir acercar la producción al territorio de consumo, pues algunos de los problemas que enfrentan las cadenas de suministro, son las largas distancias y las diferencias de horarios entre continentes. Esta nueva estrategia denominada Nearshoring ofrece una solución a estos problemas, y consiste en que la empresa mueve parte de su producción al subcontratar a empresas de países extranjeros pero que están relativamente cerca y con zonas horarias similares. Pues el propósito es estar más cerca de sus consumidores y reducir costos.
Por otro lado, la invasión de Rusia a Ucrania, ha contribuido a resquebrajar la estabilidad de la globalización; de hecho, las sanciones económicas adoptadas por la Otan a Rusia, así como la creciente tensión entre Occidente y China, son signos de la decadencia de la globalización. Ciertamente, parece brotar la imagen de un mundo cada vez más dividido en torno a esferas de influencia, especialmente de China y Estados Unidos, en lo que parece un renacer de la Guerra Fría.
Además, los beneficios que trajo la Globalización no se distribuyeron equitativamente, es paradójico e injusto comprender como en un mundo con tanta riqueza y abundancia, exista millones de personas que vivan en la pobreza y otros miles en la migración. Todo esto conlleva al mundo a pensar en una desglobalización económica, social y política.
