Procesar a Trump / Esteban Torres Cobo
Donald Trump venía desde algunos meses disputando la carrera presidencial republicana con el actual gobernador de Florida, Ron de Santis. De Santis parecía estar en una racha que podía asegurarle la nominación frente al gran favorito y expresidente del 2016 al 2020. Y las cosas iban bien para el gobernador hasta que Trump tomó cartas en el asunto y, luego de varios errores de su contrincante, retomó el liderazgo de la carrera y parece que ya no podrá ser frenado. En todas las encuestas dentro del Partido ha sacado una ventaja de 20 y hasta 30 puntos en todas las mediciones.
Sin embargo, los propios demócratas le han puesto la nominación y quizás hasta la presidencia en bandeja de plata con la reciente noticia de que será arrestado. Se sabe que los demócratas querían la foto de Trump con las esposas en las manos pero cayeron en cuenta de su error. El próximo martes ha dicho el propio Trump que se entregará a la policía. Sabe, sin duda, que eso potencia su campaña y le victimiza entre republicanos, demócratas e independientes.
El proceso no es por corrupción ni por mal uso de fondos públicos sino por pagar el silencio de un estrella porno en un escándalo sexual que se ventiló en su campaña. Sui generis en la política norteamericana, de hecho. Trump conserva una importantísima base republicana y tiene la posibilidad de virar votos de indecisos y demócratas desencantados si Biden vuelve a ser el candidato de los demócratas Enfrentó tres procesos de juicio político en el Congreso de los Estados Unidos y en el Senado y ganó los tres. Y, en su vida empresarial enfrentó un sinnúmero de procesos sin haber sido condenado jamás.