El síndrome del nido vacío / Aracely Silva Cadmen
Es muy difícil entender que los hijos terminan una etapa y deben continuar con otra, el deber de todo padre es criar a sus hijos hasta el momento en que sean capaces de valerse por sí mismos e independizarse. Se trata de una ley de la vida y evolutivamente necesario, no siempre es fácil por ello, en ocasiones puede desencadenar el síndrome del nido vacío.
El síndrome del nido vacío es el conjunto de pensamientos y emociones que experimentan los padres cuando sus hijos se van de casa, es una respuesta emocional ante la ausencia del hijo que abandona el hogar. El síndrome del nido vacío (SNV) no deja de ser un duelo, incluye sus etapas de negación, ira, depresión y finalmente aceptación.
Hay padres o madres que han dedicado su vida a sus hijos, sobre todo pasa en mujeres, ha existido una dependencia hacia sus hijos y si estos se marchan puede aparecer el síndrome; a veces puede incluso, si no se controla la tristeza, puede desembocar en un trastorno depresivo.
Cada persona puede vivir el síndrome del nido vacío de acuerdo a sus características de la personalidad, por lo general los padres sienten que los hijos ya no lo necesitan, aparecen sentimientos de tristeza, sensación de soledad, vacío, recuerdos de cuando sus hijos eran niños, sensación de pérdida del sentido de la propia vida.
Los síntomas del nido vacío más comunes son: la sensación de tristeza y vacío, deseo de llorar con frecuencia, molestias somáticas, insomnio entre otros. El problema con el síndrome ocurre cuando los síntomas se prolongan durante un tiempo considerable y comienzan a afectar negativamente la calidad de vida.
El objetivo de trabajo en el síndrome del nido vacío es tratar todos los síntomas que provocan malestar en la persona afectada y esto se logra mediante terapias orientadas a modificar las ideas negativas, de forma que el paciente las convierta en ideas que le permitan adaptarse a una vida tranquila y equilibrada, pese a la ausencia de sus hijos en el hogar.
Esta modificación de ideas se consigue mediante terapia cognitiva, también puede utilizarse la terapia psicológica para reordenar conceptos relacionados con aceptar la independencia de los hijos, el apoyo social y familiar.
Si se encuentran atravesando por esta situación, se debe tener en cuenta las siguientes recomendaciones para ayudarse en este duelo:
Estar claros que tarde o temprano hay que prepararse para el momento donde los hijos abandonen el hogar, esto ayudará mucho a educar a sus hijos en la independencia, en la cultura del esfuerzo y en la supervivencia, además de prepararte a ti emocionalmente para ese acontecimiento; alégrate de que tenga la fuerza y la autonomía para comenzar sin ti; es normal que les eches de menos y que esto te produzca dolor, no quites valor a tus emociones; cuando un hijo se va de casa no se tiene por qué perder el vínculo afectivo irse de su hogar refuerza la relación con sus padres, se vuelve una relación diferente, y mucho más madura. Por ello es fundamental que sientan que les apoyas en sus nuevos proyectos y que pueden acudir a ti si lo necesitan, eso les ayudará mucho y a ti también.
Recuerda que el tratamiento psicológico es una opción para tratar el síndrome del nido vacío, pero si se siguen las recomendaciones anteriores una persona podría ser capaz de superarlo por sí misma.
“Puede que tu nido quede vacío, pero ellos serán tus hijos toda la vida”. (O)