La herencia para el nuevo gobierno

Columnistas, Opinión

El nuevo presidente de la Republica que resulte electo el 20 de agosto o de haber segunda vuelta el 15 de octubre, entrara en funciones el 30 de noviembre 2023, hasta el 23 de mayo 2025,18 meses (un año y medio). Con un periodo tan corto de tiempo para administrar el país, además que lo recibirá con una herencia poco apetecida para cualquier político. Un fenómeno del niño a las puertas, una disminución de la producción petrolera de 514.759 barriles de petróleo a tan solo 487.671 barriles al día y un precio promedio por barril WTI, de entre 60 y 70 USD al borde de los  65 USD que constan en el Presupuesto del Estado, más una desaceleración de la economía mundial y de Latino América que a decir del Banco Mundial solo será de 2% y de Ecuador que bajo la previsión de 3,1% anunciada a inicios de año a 2,6% en abril y con un nuevo anuncio en septiembre, más una guerra abierta de la delincuencia organizada entre ellos, con el gobierno y la sociedad, difícilmente tendrá capacidad de movilidad económico financiera el nuevo mandatario. 

Por otro lado, la gobernabilidad no está asegurada para ningún posible inquilino de Carondelet, porque es muy difícil que pueda tener una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional que le permita tener una gestión adecuada autosuficiente y además porque desde 2024 comienza un periplo de pagos de deuda publica que no se detienen hasta 2026, por ejemplo recién estrenado en el sillón presidencial, debe preparar 4.920 millones de USD en 2024 para pagar deuda interna (2.556 millones USD) a los institutos de seguridad social, a tenedores internos de bonos del Estado, así como a jubilados que aún les adeuda y al Banco Central del Ecuador, así como otro tramo importante de deuda externa por 2.364 millones de USD a los multilaterales de crédito FMI y BID.  

Por si esto fuera poco, en 2025 ya de salida el presidente, debe incluir en el presupuesto estatal 5.737 millones de USD mas para pagar deuda interna (2.413 millones USD ) y  externa (3.323 millones USD), a esto le adicionamos que estará en 2025 con presupuesto prorrogado 2024 por año electoral, entonces la situación es muy complicada, poco margen de gestión, muchas obligaciones, limitado nivel de tolerancia ciudadana, es decir un escenario no muy bueno, esto lo que le espera de herencia a quien se adjudique las credenciales de Presidente de la República.  (O)


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