Ambato intransitable / Editorial
La urbe ambateña comienza a sentir el efecto del crecimiento del parque automotor. Ya no solo es a la hora pico, sino en todo momento, que el tráfico caótiza la ciudad. En todos los sectores se ven largas filas de vehículos y una congestión angustiante con el agravante de la contaminación ambiental por los gases tóxicos que emanan los motores de los automotores.
Sin duda, esto se está convirtiendo en un grave problema ambiental y de salud. Las autoridades deben buscar alternativas para disminuir la presión vehicular.
Se debe analizar, tal vez, colocar el pico y placa en la ciudad para restringir de alguna manera la circulación de todos los vehículos. Al menos, en el centro de la ciudad hay que tomar medidas urgentes. En la mayoría de los locales comerciales se quejan de la abundante contaminación por los gases que, incluso, se incrustan en la ropa y productos que exhiben en vitrinas.
La lentitud con que avanzan ciertas obras de arreglos de veredas también influye en el tránsito. En fin, se debe realizar un estudio técnico para tomar la mejor medida posible en beneficio del ciudadano. (O)