Consulta ITT-Yasuní / Editorial
Los ecuatorianos nos aprestamos a volver a las urnas el próximo 20 de agosto del presente año, para una elección extraordinaria, producto de la muerte cruzada decretada por el Presidente Lasso. Elegiremos presidente y vicepresidente de la República y asambleístas nacionales y provinciales; además, estamos convocados a decidir sobre una consulta respecto a la exploración y explotación del bloque petrolero ITT.
Ante la novedad y la importancia que la ciudadanía le ha concedido a la elección exprés de autoridades, ha pasado a un plano menos importante un tema trascendental para la economía del Ecuador, la pregunta de explotar o por el contrario mantener bajo tierra, para siempre, las reservas petroleras del mencionado campo ITT.
Debemos votar en forma consiente e informada tanto de los planes de gobierno de los candidatos, como de las consecuencias de votar sí o no a la explotación petrolera.
Para el Ecuador, los ingresos provenientes de la exportación del petróleo es una de las más importantes fuentes de ingresos para afrontar los ingentes recursos que demanda la población en temas de infraestructura, educación, salud, rentas para los gobiernos provinciales y alcaldías, entre muchos rubros más.
Dejar de explotar un campo petrolero tan importante como el ITT, conllevaría una perdida inicial en las finanzas públicas calculada en dos mil quinientos millones de dólares y una grave contracción de la economía.
Si bien es cierto es importante respetar y mantener los territorios amazónicos en los que existen reservas petroleras, no es menos cierto que, en la actualidad, los protocolos internacionales de conservación del medio ambiente y la tecnología permite una actividad petrolera más responsable. (O)