Planta invasiva afecta al ecosistema
Al escuchar el nombre ‘Susanita’ y ver la flor de un vibrante color naranja, lo último que viene a la mente es que se trata de una planta invasiva que puede afectar al ecosistema. Pero es así. La Thunbergia alata, mejor conocida como Ojo de poeta o Susanita, ya se encuentra en 20 provincias del país.
La especie africana habría llegado hace unos 100 años al país, pero se mantuvo controlada hasta hace poco. Así lo explica Miguel Vázquez, biólogo y exdirector de Patrimonio Natural de la Secretaría de Ambiente, quien la estudió de cerca.
La Secretaría, junto con el Fondo Ambiental del Municipio de Quito y la Universidad Indoamérica realizan una investigación que permitió identificar las mayores zonas de afectación en Quito. Estas son las quebradas de Cumbayá, Tumbaco, Nayón, Zámbiza, Alangasí y el valle de Los Chillos.
Al respecto, Santiago Bonilla, investigador de la Universidad Indoamérica, apunta a la falta de planificación urbana como una de las principales causas de su expansión de las Susanitas. “Pueden estar ahí, pero si cambian las condiciones se genera un ambiente que propicia que están invasiones sean más potentes, más fuertes”, comenta.
Ambos especialistas
alertan sobre el peligro potencial que tiene la Thunbergia alata para la flora y
fauna local. “Son plantas que tienen gran capacidad de adaptación; compiten con
las plantas nativas y les ganan”, asegura el biólogo. Añade que su rápida
expansión se debe a que producen mucha semilla que germina muy rápido y es muy
resistente.(I)