Necesitamos cambios no populismo

Columnistas, Opinión

En el discurrir de estos últimos años, Ecuador ha experimentado una disyuntiva política y económica que ha convulsionado la esperanza de tener una mejor calidad de vida; los dilemas de preferencia del mercado por sobre el estado, del emprendimiento privado por sobre la acción comunitaria, del crecimiento económico por sobre programas clientelares que buscan equidad. Todo este enjambre dentro de un contexto de crisis política y económica. Los ecuatorianos queremos cambios es cierto, pero no improvisaciones ni novelerías de visión cortoplacista y miope que impulsan el pan para hoy y el hambre para mañana.

Desafortunadamente, nuestro Ecuador ha sido un país seducido por la demagogia, en donde la “lucha por los pobres”, se ha convertido en la filosofía de populistas corruptos que dirigen sus propuestas hacia la emoción antes que a la razón y nos dejan poco espacio para la reflexión. Propuestas que no se dicen como se las van a alcanzar, convirtiéndose en simples enunciados populistas.

Necesitamos cambios que impulsen un desarrollo sostenible de la economía: Una simplificación regulatoria que facilite la vida a emprendedores e inversionistas; Estabilidad Jurídica, es decir el respeto a las normas tributarias y de control; Acceso a mercados internacionales; Competitividad Financiera y Libre movilidad de capitales; Tributos Competitivos; Ley Laboral Moderna.  Entendámoslo de una vez, la economía ecuatoriana no crece por una insuficiente inversión, especialmente la Inversión Extranjera (IED), porque esta genera empleos de mayor calidad y transferencia de tecnología.

Hay algo que debemos entender los ecuatorianos y es que el voto es un poder. Entonces no nos dejemos comprar por el voto, no nos dejemos conquistar por migajas. En otras palabras, no le demos el voto los ridículos milagreros que manejaron alegremente las finanzas públicas y expanden el gasto público; votemos con resiliencia, sin fanatismos. La economía nacional necesita gobernantes serios que construyan empresas sostenibles y rentables que generen empleo y riqueza, no necesita lideres caudillistas y autoritarios que confrontan con todo el mundo, crean empresas públicas y después irresponsablemente las dejen quebrar como los Ferrocarriles y Correos del Ecuador…. Votemos con Resiliencia por un candidato que defienda la democracia para poder trabajar con libertad y progreso. No por aquellos que quieren tomarse los dineros del Banco Central para aumentar el gasto público, haciendo obra con la misma plata de los ecuatorianos. Sobre endeudan al país para después llamarlo “El Jaguar Latinoamericano”

Los ecuatorianos estamos llamados a votar responsablemente, por amor a nuestros hijos, quienes heredarán una patria digna, encausada por un sendero democrático en donde se pueda trabajar con decencia y envejecer con dignidad.  (O)

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