La economía digital nos facilitó la vida

Columnistas, Opinión

A partir de la llegada de la pandemia COVID 19, los habitantes del mundo y en especial de Ecuador, debimos acelerar el uso de redes sociales, plataformas informáticas y mecanismos virtuales para comunicarnos sin necesidad de desplazarnos físicamente. En este contexto la oferta y demanda de bienes y servicios también debió reinventarse y poner sus requerimientos en estas plataformas, por ello la habitualidad de salir a comprar o vender productos poco a poco forman parte del pasado, porque ahora todo eso se puede hacer en tiempo real a cualquier momento del día y desde cualquier lugar del mundo 24/7.

A través de las plataformas y aplicaciones virtuales, se puede pagar servicios básicos como luz, agua potable, telefonía, también suscripciones a telefonía celular, televisión por cable o satelital. En el sistema financiero transferencias, pagos de créditos, de tarjetas, depósitos. En la vida cotidiana, compras y ventas de alimentos, medicinas, prendas de vestir, servicios turísticos como compra de boletos aéreos, reservas de hoteles, adquisición de paquetes turísticos. Servicios educativos mediante pagos de matrículas, pensiones, cuotas. Tramites como turnos, citas, reservas, etc. Todo esto que genera movimiento económico de ingresos para unos y gastos para otros y detrás de esto personas que están ocupadas en la operatividad es decir creando empleo, riqueza, riega económica, redistribución de recursos y pago de tributos.

A nivel de América Latina, países como Chile, México y Colombia, se mantienen a la vanguardia del uso de estas aplicaciones que forman parte de la economía digital que hoy mueve gran parte del dinero físico y virtual en el mundo entero. En Ecuador al tener 17,7 millones de dispositivos móviles (celulares) el 60% de ellos con tecnología 4G, poseer 10 millones de computadoras entre fijas y portátiles con acceso a internet, entonces tenemos las herramientas necesarias para beneficiarnos de las facilidades que poseemos en cualquiera de estos dispositivos que además de ahorrarnos tiempo, también reduce costos y facilita interconectividad entre productores, productos y consumidores y se puede hacer en pocos minutos un pequeño estudio de precios, marcas y calidades de productos y servicios sin movernos desde donde utilicemos las aplicaciones, previo a decidir sobre una compra venta.

Seguro que del lado gubernamental deben preocuparse por una adecuada política pública por los costos de uso de banda ancha, por mecanismos de seguridad informática y por dotar de adecuada cobertura con calidad de la conectividad en todos los rincones patrios. De empresarios y emprendedores en aprovechar estos nuevos mecanismos y de los consumidores por ajustar sus costumbres a estas tecnologías porque en verdad llegaron para quedarse y si damos el uso adecuado, seguro nos facilitara la vida, permitiendo el ahorro y optimización de nuestro tiempo y dinero. Definitivamente la economía digital vino a quedarse para siempre.

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