Arte ancestral en arcilla en manifiesto
En el corazón de la provincia de Cotopaxi, se encuentra la pintoresca Parroquia La Victoria, lugar que ha ganado renombre como la capital de arte y técnica alfarera. Aquí, los visitantes pueden deleitarse con el asombroso espectáculo de artesanos que, con sus hábiles manos, dan vida a una amplia variedad de objetos: desde delicadas vasijas y coloridas macetas hasta exquisitas flores y elegantes bandejas.
Ubicada a 54 kilómetros al sur de Ambato, un viaje en vehículo propio te llevará hasta este rincón de tradición y destreza artesanal. Personas como Verónica Moreno, quienes disfrutaron de un día en compañía de su familia, se han maravillado ante las artesanías vibrantes que se despliegan en este encantador lugar. Conversando con los dedicados artesanos, ella pudo conocer más sobre sus historias.
Más de un siglo de dedicación se esconde detrás de estas creaciones, como relata una de las artesanas que, con recelo, prefirió mantener su nombre en el anonimato. Lo que antes eran tejas, evolucionó hacia la confección de hermosas figuras a partir del barro. La pandemia presentó desafíos, con una pausa en los pedidos y poca afluencia de compradores, pero ahora, poco a poco, se están recuperando y reconstruyendo su arte.
Benjamín Chango, un maestro alfarero y padre de una de las artesanas, compartió con entusiasmo su historia. Por cuatro décadas, ha dado forma a una amplia gama de enseres y utensilios domésticos, manteniendo vivo el legado de su familia. Desde tiempos inmemoriales, esta tradición ha pasado de generación en generación, transmitiendo los secretos de la alfarería de barro y arcilla.
Los artesanos de La Victoria invitan a las familias a presenciar su labor y descubren cómo dan forma a las artesanías con amor y cuidado. Lo hacen de manera sostenible y natural, sin recurrir a productos tóxicos que a menudo son utilizados por grandes empresas. (I)