Mitos financieros que debemos desterrar
En el lenguaje financiero es común escuchar que “las tarjetas de crédito son peligrosas”, ya que te endeudarán “esta vida y la otra”, situación que no es verdad; no nos dejemos llevar por criterios de gente que al haber tenido experiencias inadecuadas con sus tarjetas, comentan cosas negativas de éstas, lo contrario, me doy cuenta que permite realizar pagos con tasas de interés convenientes e incluso genera liquidez a través de avances, lo cual accede a un flujo conveniente de dinero en la empresa o a nivel personal.
“Invertir es solo para ricos”, esta es otra afirmación errónea del vulgo que considera que ser rico o tener dinero es malo, lo lógico es pensar que si trabajo planificadamente y lo hago de manera eficiente voy a obtener riqueza, pero también debemos meditar sobre el tema de invertir con escasas sumas de dinero, no guarde sus ahorros en casa, peor en una alcancía, ya que el dinero se devalúa y pierde valor con el paso del tiempo, lo ideal es invertir, para lo cual no necesita altas sumas de dinero, podemos iniciar con unos USD 500,00 incluso invirtiendo en el mercado de valores.
“Hacer un presupuesto es innecesario”, cree usted que en realidad lo es? en la práctica sucede todo lo contrario, un presupuesto bien elaborado permite analizar los ingresos y egresos con todos los rubros que van a ser afectados tanto hoy como mañana; lo ideal es realizarlo con los miembros de la familia, así no contribuyan económicamente, por ejemplo los hijos en muchos casos se dedican solo a estudiar, las madres de familia a la tarea doméstica, actividades que si bien no generan ingresos económicos, sin embargo son tareas que traen consigo bienestar a la familia en todo su contexto.
“Más dinero mejoran mis finanzas” es otra apreciación errónea, ya que el éxito financiero no consiste en ganar más dinero sino en saber gastar e invertir; se tiene muchos casos que una persona gana algún tipo de lotería y al cabo de un poco tiempo vuelve a su situación inicial e incluso más endeudado, ya que no supo administrar correctamente su fortuna. (O)