Políticos payasos
Francisco Everardo Oliveira Silva más conocido como el “payaso Tiririca” en el año 2020 cumplió su tercer mandato en el congreso brasileño. El objetivo del presente artículo es comparar el pensamiento del electorado de Ecuador con el de Brasil en el caso Oliveira, y según lo señalado por Jaime Durán Barba y Santiago Nieto en el libro la Política en el siglo XXI, “el pueblo reacciona en contra de lo establecido”. En este sentido, el payaso Tiririca ganó las elecciones con mensajes que a varios ciudadanos les causó malestar y desidia, por culpa de una politiquería que destruye la auténtica misión de las ciencias políticas y del verdadero trabajo que debería realizar un líder, gobernante o representante de la sociedad civil.
El eslogan que utilizó Francisco Oliveira fue «¿Cuál es el trabajo de un diputado federal? No tengo idea para qué sirve un diputado federal, pero si me vota averiguo y se lo cuento», también su lema fue “Vote por Tiririca porque peor imposible”.Frases como estas, disgustan a electores intelectuales y sería improbable ver a un asesor político sensato aconsejarlas. No obstante, estas frases discursivas de la campaña de Oliveira lo convirtieron en el segundo diputado más votado de la historia de Brasil.
Este fenómeno sociopolítico atrae la atención como caso de estudio, ya que según Joseph de Maistre “el pueblo tiene los gobernantes que se merece”. Aquí vale la pena hacer las siguientes preguntas: ¿la política actual es decadente, al incluir a un payaso de candidato? o ¿vivimos en un planeta donde la humanidad está en decadencia? En Ecuador, están próximos los comicios del 20 de agosto, y existen postulantes de dudoso intelecto, sin embargo, tienen un respaldo popular que no racionaliza el sufragio, pero sí sufre una realidad y piensa que un falso caudillo resolverá sus problemas, por este motivo apoya a un candidato con quien percibe más cercanía. Es así que los grandes pensadores y oradores se han extinguido de la faz de la Tierra, porque la gente en la actualidad no cree en discursos, ahora se obsesiona con Tik Tok, Instagram y Facebook, embobando su mente a través de fotografías estrafalarias y narcisistas, posteadas a fin de ocasionar “tendencias” (shows, escándalos, morbo). “Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo” (Abraham Lincoln). (O)