Alimentos tradicionales perduran
En las comunidades indígenas de la serranía ecuatoriana las tradiciones alimenticias de los ancestros siguen vigentes con el pasar del tiempo.
Uno de los platos que no es muy conocido en las ciudades es el locro de cuy o cobayo, ya que, únicamente, se lo ha servido asado acompañado de papas y zarza.
Pedro Aucatoma señalo que este plato es generacional, ya que el consumo de la carne de cuy data de la antigüedad por su alto valor nutricional y alimenticio. Para la preparación se utilizan cuyes tiernos (guaguas) para facilitar el consumo, sobre todo de la piel.
El locro va a acompañado con papa chola, agua, leche, cebolla blanca, maní, ajo, comino, achiote y cilantro. En las comunidades indígenas, su cocción es en fogones a leña y en ollas de barro, donde el cobayo toma un sabor distinto a los preparados en una cocina común. Finalmente, el plato es acompañado con una porción de maíz tostado y aguacate.
Sostiene que la papa chola aporta un alto contenido de carbohidratos, que sirve como fuente de energía para el trabajo agrícola en el campo, sumado a la alimentación herbívora del cuy, que aporta un alto grado de proteínas y vitaminas.
En la actualidad, la crianza del cuy se lo hace para el consumo familiar, donde se arman cuartos dentro de los hogares, su alimentación es en base a la alfalfa, hojas de choclos y otras hierbas propias de los páramos andinos. (I)