Movilidad humana atrae indigencia
Los operativos en espacios públicos son necesarios para la evacuación de indigentes. (Foto El Heraldo)
Observar a familias migrantes en condición de calle, aún es latente en el centro y periferias de la ciudad. Las autoridades de control, aplican operativos sociales y de movilidad.
Arrodillarse ante los transeúntes, pedir dinero a través de niños sin calzado y otras habilidades, son las estrategias que aplican los migrantes o indigentes en el centro de la cuidad.
Sin embargo, la Fundación ‘Jóvenes para el Futuro’ en convenio con el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) desde el 2020 ejecuta el Proyecto de Movilidad Humana con la contratación de servicios de Brigadas de Apoyo, Información y Referencia, Modalidad Ciudades de Acogida; con una cobertura definida de 500 personas en situación de vulnerabilidad de origen extranjero que radican en Tungurahua.
El Proyecto cuenta con un presupuesto anual de 173.196 dólares y en este último período los fondos económicos han sido licitados de forma directa con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El equipo técnico está conformado por un Coordinador, dos Trabajadores Sociales, dos Psicólogos Clínicos, dos Promotores Comunitarios y un Abogado, quienes ayudan y dan seguimiento a aquellas familias o personas que son encontrados en “casas” improvisadas debajo de puentes, laderas e incluso en parques de la ciudad.
Aquellos migrantes que han sido apoyados, reciben atención integral sobre prevención de los diferentes tipos violencia a través de talleres de sensibilización, talleres comunitarios, terapias grupales como individuales, acceso a los servicios de justicia, educación, salud y regularización migratoria.
“Es preocupante ver a las familias que llegan papá, mamá, con hijos menores de cinco años y recién nacidos. Las autoridades deberían darles opciones de ayuda, ya que siempre regresan”, dijo Magaly Cortés, moradora del sector La Delicia.
Aclaró que, la sede social que fue construida debajo del puente ‘Juan Montalvo’ y que fue cerrada completamente, aún es invadida por migrantes que ingresan por una de las ventanas.
Por su parte, Sebastián Valarezo, director ejecutivo del Consejo Municipal de Seguridad Ciudadana de Ambato (Comseca), comentó que a través de operativos interinstitucionales se trata de controlar la movilidad humana.
“Aquellas personas que habitan en espacios públicos son ciudadanos que en su mayoría se dedican al consumo de sustancias ilícitas y de alcohol. Hemos intervenido espacios públicos y municipales donde están dichas familias y se han encontrado armas blancas, droga y artículos que son robados. Aquí nos damos cuenta que dichos habitantes de calle no solo se dedican a consumir, sino a robar. Ya se ha intervenido en La Pradera, La Delicia, ciudadela ‘Buen Pastor’ e incluso parques como ‘Sucre’, ‘El Sueño’, ‘Troya’ y ‘Juan B. Vela’, que por el hecho de tener espacios abiertos son utilizados con carpas improvisadas para pernoctar”, explicó.
Hay que indicar que el Municipio de Ambato posee cuatro espacios o áreas de acogida para personas en condición de calle o de movilidad humana y todas permanecen llenas. (I)
