Inflación alimentaria y el cambio climático

Columnistas, Opinión

En Chile, existe un incremento del 35% en el precio de la papa. Las razones obedecen a diferentes circunstancias, como las fuertes lluvias que afectaron la zona centro y sur del país. No obstante, la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile y el ministro de agricultura, señalan que el alza se debe a la especulación y no descartan más problemas porque desde ya prevén la llegada de lluvias intensas ocasionadas por el fenómeno de “El Niño”. Además, las autoridades chilenas han decidido importar de Argentina más de 100 mil kilos de papas aliviando de esta forma el impacto económico en los ciudadanos.

En Europa, España afronta la peor cosecha de cereal (trigo, cebada, avena o centeno) en décadas por la sequía, lo cual le obliga a importar las gramíneas, pero debido a los ataques de Moscú contra los centros logísticos de Ucrania y la negativa de Rusia en permitir la salida productos agrícolas a través del mar Negro, España debe buscar nuevos proveedores a costes más altos por las distancias.

En Francia la inflación interanual subió en agosto, por lo cual Emmanuel Macron ha anunciado que se intervendrán los precios de más de 5.000 productos, una cuarta parte del total, con el objetivo de controlar la inflación de los alimentos, que se ha situado en el 11,1% durante agosto.

Además, en el canal de Panamá aproximadamente 130 barcos están en cola para cruzar, porque el fenómeno de El Niño ha disminuido la lluvia por esta razón el canal adoptó medidas dirigidas al ahorro de agua que se traducen en la reducción del calado a 44 pies para las esclusas neopanamax que prevalecerá hasta septiembre de 2024.

En Ecuador, el gobierno autorizó importar 15.000 toneladas de arroz desde Uruguay, ya que proyectan los estragos que provocará “El Niño” a este sector. El Comité de Comercio Exterior redujo a 0% la tarifa arancelaria al arroz uruguayo.

Estos ejemplos demuestran que el cambio climático desde varias aristas, influye directamente en la soberanía alimentaria de cada país; aumenta la inflación, ocasiona problemas logísticos y otros aprovechan especulando. Son tiempos sui géneris, que necesitan soluciones disruptivas por parte de los gobiernos. Es momento para que el país ordene y planifique la producción, exportación e importación de alimentos a fin de evitar daños en la economía nacional y en la nutrición de la población. (O)

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