Ruido en escuelas y la ciudad / Editorial

Editorial, Opinión

La campaña en contra del ruido del Municipio ha tenido un impacto positivo. Ha disminuido el número de parlantes en la vía pública, aunque no ha desaparecido. Se mantiene la costumbre de colocar parlantes en las veredas para anunciar, a todo volumen, productos. No siquiera las farmacias están fuera de esa práctica ruidosa.

Lo preocupante es que en algunas escuelas y colegios de la ciudad no se conoce, al parecer, de los esfuerzos municipales para controlar el ruido. Durante las mañanas y las tardes se encienden parlantes, dentro de los establecimientos educativos, como si se tratara de una fiesta en un estadio, y profesores y autoridades gritan desde los micrófonos y, cuando se callan, colocan música muy festiva. No les importa que en el vecindario se encuentren centro de salud, domicilios, casas de oración, oficinas.

El Municipio debería informar a los centros educativos que deben dar ejemplo de respeto a la tranquilidad ciudadana, evitando el ruido ensordecedor. (O)

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