Tungurahua almacena carbono
La cuantificación de carbono y mapeo de turberas en los páramos de Tungurahua se cumplió en el marco del convenio entre la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) y el Gobierno Provincial. Las moyas ayudan almacenar carbono y mitigar efectos del cambio climático. El siguiente paso son las tareas de conservación y recuperación debido a las consecuencias de las acciones antrópicas.
“Cuando se habla de páramos se imagina solo pajonales, pero particularmente Ecuador tiene más superficie de páramos, pero a más de los pajonales, también se tiene otro ecosistema que se llama turberas o moyas”, señaló Esteban Suárez del Instituto de Biosfera de la USFQ.
Pero, ¿qué son las turberas o ciénagas?, son humedales que se caracterizan por ser áreas planas o relativamente planas del paisaje, tener agua en o cerca de la superficie durante gran parte del año, son grandes acumulaciones de suelos orgánicos, explica el experto.
Y añade, “son zonas planas del paisaje empiezan acumular más agua con relación al resto de paisajes; y, esa acumulación de agua cerca de la superficie del suelo tiene aspectos vitales. Estas moyas son importantes por ser fuentes de agua y se ha demostrado con estudios que si los páramos tienen estos pantanos, estos almacenan cuatro veces más agua que el páramo sin turberas”.
El representante de la USFQ compartió la experiencia adquirida desde el 2015 en Quito, “donde se hizo la primera estimación de la cantidad de turberas en los páramos y se demostró que aproximadamente el 25 por ciento de paramos está cubierto por moyas, pero se tenía estimación anterior que solo era el uno por ciento turberas por lo tanto la cantidad de carbono y agua son gigantescas”.
Dijo que, la metodología se trasladó a Tungurahua y al mismo tiempo se realizaron estudios de suelo para extraer muestras de la turba para conocer cuánto carbono o material orgánico está almacenado a escala provincial.
El mapeo logro identificar que en Tungurahua existen 54 mil hectáreas de páramos y de estas 22 mil hectáreas o el 30 por ciento son turberas. La relación entre Pichincha y Tungurahua, la provincia tiene mayor porcentaje de moyas, “significa que la provincia tiene tesoro almacenado en carbono y agua en los páramos y turberas”.
Las turberas están identificadas en los páramos cercanos a la laguna de Pisayambo y Llanganates (mayor porcentaje); y, otras dos áreas alrededores del Casahuala y sectores de Mocha y Carihuairazo.
Al realizar la cuantificación de carbono en diferentes sitios de estudio, las turberas de la provincia almacenan cerca de mil toneladas por hectárea, “eso es mucho y la provincia está sentada sobre el tesoro en forma de carbono y almacenamiento de agua”.
De igual manera citó la preocupación sobre el impacto causado por la mano del hombre y la siguiente fase del convenio es la recuperación y restauración de las turberas tomando como base la experiencia de Quito (reserva Chakana) para mejorar la conservación del ecosistema. (I)