Colorido recorrido por la Florida

Columnistas, Opinión

Un pintoresco caserío, del cantón tungurahuense Cevallos; denominación, dada en homenaje, al historiador y lingüista ambateño, Dr Pedro Fermín Cevallos.

Para caminar, por los senderos, rumbo a la Florida, hay que realizar un acercamiento, en aviso, señala la ruta al Cantón Cevallos; sigue y se baja, en el caserío Agua Santa, ubicado entre la vía que va a la cabecera cantonal y la ruta del antiguo tren que conducía las ciudades de Guayaquil y Quito.

Se inicia el recorrido, por un camino, bordeado por abundantes árboles frutales y variados cultivos; camina unos centenares de metros y arriba a La Florida; es un apacible pueblito, compuesto por viviendas, que se presentan junto a una plazoleta; una pequeña y bonita iglesia, completa el pintoresco caserío rodeado, de abundantes huertos frutales.

Existen varios caminos que se abren paso, entre retoños de eucaliptos, retamas y grandes árboles de capulí; todos estos estrechos senderos, conducen a un amplio y maravilloso altiplano, para contemplar de cerca, exuberantes y ricos huertos frutales, que se dilatan por doquier.

En la encantadora meseta de La Florida, se encuentran: árboles frutales de negros y gruesos capulíes, verdes y sabrosas peras, coloridas y jugosas claudias, rojos mirabeles, ricos y verdes claros guaytambos, amarillos duraznos y otras pintorescas frutas; que ponen los matices, en el colorido y atractivo paisaje natural, del asombroso pueblito de La Florida.

En el fascinante entorno de la Florida, podrá realizar caminatas; gozando del aire perfumado que brindan las frutas; siguiendo por chaquiñanes, que permiten admirar, espectaculares parajes; dominados por diversas montañas, como El Teligote, Llimpes y Shaushi; todas con laderas cultivadas, que muestran atractivas formaciones de colores.

Así es la Florida; uno de los sitios llamativos, de los muchos que posee, el espectacular y fabuloso cantón Cevallos.  (O)

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