No se debe perder la cortesía / Editorial
El ambateño siempre se ha caracterizado por ser gentil y amable. En todo el país al ambateño lo conocen por ser trabajador, emprendedor y buena gente. Tenemos muchas virtudes que nos permiten ser acogidos en diversos círculos sociales.
Esas virtudes de cortesía nos han permitido ser ejemplo a nivel nacional. En Ambato se implantó una cultura de respeto que se vieron reflejados en hacer fila para subir al bus, ser puntuales con la hora ambateña y en carnaval no jugar con agua en la ciudad, entre otras cosas.
La cortesía debe mantenerse y ejecutarse. Desde casa hay que educar a los niños para que continúen estas prácticas de respeto al prójimo. Lamentablement,e unos pocos bravucones y malcriados no tienen esta mentalidad y tratan de abusar del resto. Utilizan la bocina y altoparlantes con volumen alto, se emborrachan en la vía pública, no son amables con los peatones y utilizan las vías como pista de carreras sin respetar las señales de tránsito.
Esta mala educación hay que desterrarla de la ciudad. La cultura del respeto debe volver a primar en el ambateño y el ecuatoriano. Un poquito de cortesía no hace mal a nadie. (O)