Estado fallido
Los hechos acontecidos en las cárceles ayer 08 de enero de 2024, son injustificables. No ahondaré en el tema, y centraré mi opinión en el “Estado fallido” donde vivimos. Justifico mi aseveración, en el incumplimiento del artículo 3 de la Constitución de la República del Ecuador, donde se dispone como deberes primordiales del Estado “(…) 8. Garantizar a sus habitantes el derecho a una cultura de paz, a la seguridad integral y a vivir en una sociedad democrática y libre de corrupción”. Y en el artículo 147, son atribuciones y deberes del Presidente “(…) 17. Velar por el mantenimiento de la soberanía, de la independencia del Estado, del orden interno y de la seguridad pública, y ejercer la dirección política de la defensa nacional (…)”.
Cuando el Estado no puede garantizar la paz y el presidente no puede cumplir con sus deberes, ¿qué le espera a Ecuador? En este sentido, Robert Rotberg (2003) señaló que “los Estados-nación fracasan porque se ven convulsionados por la violencia interna y ya no pueden ofrecer bienes políticos positivos a sus habitantes. Sus gobiernos pierden legitimidad, y la propia naturaleza del Estado-nación se vuelve ilegítima a los ojos y en los corazones de una creciente pluralidad de sus ciudadanos”.
El tejido social del país está pútrido y ningún gobierno en los últimos años ha solucionado este problema, es más, cada gobierno de turno se ha sumado a las filas de la corrupción, mientras que otros al no saber que hacer, ni que decir, cancelan ruedas de prensa y envían a sus lambones frente a las cámaras, porque para tontos y enérgicos sí merecen un “premio Oscar”.
Desde la descarada acción de nombrar autoridades que no cumplen el perfil, ni tienen formación en ciencia y filosofía política, que lo único que evidencia su curriculum es ser charlatanes inflados de ego, hasta fanfarronear acerca de un plan de seguridad que no existe (por sus frutos los reconoceréis, Mateo 7:15-20), genera en el colectivo: primero desesperación y luego el caos.
Razón tuvo Immanuel Kant al vaticinar que el género humano está en continuo progreso hacia lo peor o en un eterno estancamiento. Al parecer, a Ecuador le esperan más días oscuros a fin de que encuentre una curación, la que será peor que la enfermedad; ya que “para que los hombres puedan vivir juntos sin caer en la anarquía y la guerra, es necesario un Estado fuerte y autoritario” (Thomas Hobbes). (O)