Volver a la normalidad
Volver a la normalidad
La población ecuatoriana y muy especial la ambateña, vuelve a su día a día, cuyo denominador común es el trabajo o su búsqueda, el estudio, la atención en salud y más actividades inherentes a la vida. Es notorio en la gente saberse protegida, en este caso por las Fuerzas Armadas y la Policía, con luz verde para ejecutar cuanta acción sea necesaria a fin de neutralizar a las más de veinte bandas del crimen organizado, que por suerte no se encuentran en nuestra ciudad, y a cuyos líderes se los persigue hasta capturarlos.
Sin embargo, eso tampoco implica bajar la guardia, no tomar las debidas precauciones, irrespetar el horario establecido para el toque de queda, informarse correctamente, peor hacerse eco de rumores o comentarios fuera de contexto en las redes sociales. Como se hizo la semana pasada en nuestra ciudad. La tarea es dura para el Gobierno y las demás funciones del Estado. Las bandas criminales, uno de cuyos puntos de operación son las cárceles, donde tienen suficiente poder económico, bélico y hasta estratégico como para, en cualquier momento, sembrar terror y pánico. De la misma manera el pasado 12 de enero, el presidente Daniel Noboa remitió a la Asamblea Nacional el paquete de medidas económicas para enfrentar la emergencia de seguridad en el país. El punto álgido es incrementar el IVA del 12 % al 15 %, por concepto de ese impuesto la propuesta que confronta con sus aliados legislativos quienes, hasta ahora, han aprobado con amplia mayoría las reformas propuestas por el primer mandatario. La Asamblea tiene 30 días de plazo para tramitar este proyecto de Ley, es decir, hasta el 12 de febrero para aprobarlo, o sea, en plena fiesta de la fruta o carnaval que ya adelantaron las autoridades municipales que no se realizará, la fiesta en nuestra ciudad. Y el miércoles de ceniza, los ecuatorianos se enterarán que subió el IVA.
Jugada maestra la del presidente porque aprovecha la convulsión interna a causa de la guerra declarada al terrorismo para sustentar las razones que den paso a su aspiración que contradice su propuesta de campaña de que no iba a subir impuestos. Y, adicionalmente, es quizá el momento de mayor popularidad del primer mandatario luego de las acciones antidelincuenciales dispuestas desde la primera magistratura del país. La responsabilidad de que Ecuador haya tocado fondo también recae en los gobiernos anteriores quienes han permitido que las instituciones del Estado sigan siendo cooptadas por la delincuencia. (O)