Acupuntura del cráneo

Columnistas, Opinión

Cuando Cristóbal Colón refería que “Si uno decide aventurarse por mares lejanos, debe tener el coraje de perder de vista la costa”, es que si nuestro horizonte se acaba tan sólo donde nos han enseñado a ver, nunca se nos cruzará por la mente la posibilidad de que existan otras fuentes de conocimiento, otras formas de establecer con juicio y justicia una adecuada estrategia de tratamiento hacia un paciente y la particular e individual presentación de su enfermedad. 

La Craneopuntura forma parte de un sinnúmero de estrategias acupunturales y es una terapia que se realiza con agujas filiformes finísimas indoloras en áreas específicas del cráneo para tratar ciertas enfermedades. Fue creada y desarrollada a través de la combinación de teorías y técnicas de la Acupuntura Tradicional China junto con el conocimiento de la neurofisiología y anatomía modernas del sistema nervioso, basado en una amplia investigación científica además de la práctica clínica a lo largo de muchos años. Actualmente se evidencia la actividad cerebral al ser insertadas dichas agujas en imágenes dinámicas de la Resonancia Magnética funcional (fMRI) y en el D.I.T.I. La craneopuntura tiene dos escuela, la de Jiao Shunfa (China 1938) considerada la primera de las escuelas de esta especialidad y sobre la cual se han desarrollado otras como la escuela Fang Yun Peng. Según Shunfa la craneopuntura conjuga dos sistemas; por un lado, utiliza el sistema de meridianos de la Medicina Tradicional China y por otro los conocimientos de la medicina occidental. Aunque el nombre «craneopuntura» tiene resonancias alarmantes, de hecho, las agujas se insertan paralelas al cráneo, con lo cual es una técnica no invasiva e indolora. Es lógico que se sienta cierto temor a que a uno le pongan agujas en la cabeza, pero una vez que se entiende que las agujas no tocan el hueso no hay nada que temer. 

Tan solo se deslizan bajo el cuero cabelludo estimulando zonas de excitación como: zona motora, sensitiva, zona de corea y de control de movimientos involuntarios, zona vasomotora, zona vertiginosa-auditiva, segunda zona del habla. tercera zona del habla, zona psicomotriz, zona de la motricidad fina y sensitiva del miembro inferior, zona de la visión, del equilibrio, del estómago, hepato-biliar, torácica, zona genito-urinaria, intestinal, naso-glosofaríngea, zona psico-afectiva, etc. Se utilizan estas zonas reflejas del cráneo que corresponden con zonas de la corteza cerebral para el tratamiento de múltiples enfermedades. Entre las que más se trata están: Secuelas de accidentes cerebro-vasculares (hemiplejías, parálisis), trastornos del habla (afasias), tratamiento del dolor (cervical, dorsal, lumbar), temblores (corea, Parkinson), trastornos de visión, oído (sordera, acúfenos), mareos, vértigos (Meniere), además, trastornos genito-urinarios, bronquitis, disneas, cefaleas, taquicardias, dolor gástrico agudo, cistitis aguda, neuralgia del trigémino, periartritis escapulohumeral, metrorragia, neurodermatitis, urticaria, sinusitis maxilar etc. Acceder a las conexiones neuro-funcionales de la corteza cerebral con el resto de nuestro cuerpo para poder equilibrarlos, es un desafío para la Craneopuntura y la medicina energética. (O)

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