Tradición y devoción en la Fiesta del Niño Caporal
Enclavada en la vía Ambato – Baños, la parroquia de Totoras emerge como un rincón lleno de tradición y fervor religioso. Si bien es conocida por su devoción a la Virgen del Tránsito y su bulliciosa venta de chochos, otro evento destaca entre sus festividades católicas: la Fiesta del Niño Caporal.
Con más de un siglo de historia, la Fiesta del Niño Caporal ha arraigado profundamente en el corazón de los habitantes de Totoras. Dylon Fabricio Cárdenas, morador de la parroquia, compartió que las festividades comenzaron una semana antes del feriado de Carnaval, con una serie de eventos religiosos que involucran a los llamados caporales.
«Estamos realizando eventos religiosos, donde cada Caporal tiene el derecho de tener por una semana al Niño Caporal en su domicilio para su veneración», explicó Cárdenas, destacando la importancia y el carácter sagrado de esta tradición.
Durante el fin de semana previo a Carnaval, Totoras se llena de color y fervor. El sábado, los Caporales, acompañados de los emblemáticos personajes conocidos como los Negros y las Doñas, llevan a cabo la toma de la plaza. Este evento simboliza la salida del niño Jesús de Belén y marca el inicio de las festividades principales.
La celebración se replica el domingo, y el lunes se convierte en un día de misas dedicadas a los caporales, una por cada prioste. La noche se ilumina con las coplas de Carnaval, donde los Caporales entonan sus cánticos característicos y se recopilan donaciones para la comida que será entregada a aquellos que llegan a visitar al niño Jesús.
El punto culminante llega el martes de Carnaval, cuando la parroquia cobra vida con recorridos por sus calles. La imagen del Niño Caporal, acompañada de caballos, doñas y negros, se dirige hacia la Loma del Carnaval en el barrio Palahua. Este pintoresco desfile representa la culminación de una celebración arraigada en la historia y la identidad de Totoras.
Así, entre chochos y devoción, la Fiesta del Niño Caporal se erige como un faro de tradición y fe que ilumina las calles de esta encantadora parroquia cada año durante el Carnaval. (I)