Superaron incendio y siguen laborando
Los comerciantes del Centro Comercial Simón Bolívar vivieron una etapa dura hace 10 años cuando se quemó este lugar, empezando por la sección, muebles, ropa, ferretería y más.
Los diferentes productos inflamables generaron, además chispas que cayeron en los puestos aledaños y así rápidamente el fuego arrazó con todo a su paso, convirtiendo en una gigantesca antorcha a este mercado.
Edison Sánchez Albán, vicepresidente del Centro Comercial Simón Bolívar, explicó que hasta el techo empezó a derretirse y caía. “Yo radico cerca del mercado, y cuando llegamos nada se podía hacer. Todo era inflamable y riesgoso. Seguían además explotando tanques de gas que llegaron hasta cerca del centro de salud aledaño al mercado. Todo lo que estaba en refrigeración se perdió, porque fue necesario cortar el suministro de energía eléctrica para evitar desgracias mayores”.
Mi madre Yolanda Albán, por ejemplo, se decayó en su salud por la pena, ella tenía diabetes emocional, y no pudo recuperarse al ver que se calcinó su puesto de trabajo de carnes y luego murió, añadió el vicepresidente.
Posteriormente, las autoridades ayudaron y mejoraron la infraestructura, reforzaron las bases del mercado, las columnas, el techo fue cambiado y también reforzado en ciertos tramos; entre otras reformas.
En estos 10 años, debieron soportar la pandemia de tres años que los afectó a ellos como a muchos en todo el mundo; sin embargo, la lucha y tenacidad de los comerciantes ha hecho que se mantengan.
En este mercado está la sección muebles donde se comercializa del productor al consumidor en juegos de sala, comedor, dormitorio, oficina. Adjunto está la sección ropa nueva y de segunda al igual que zapatos y zapatillas en todas las tallas.
Además, está la sección de venta de productos electrónicos en la planta baja (celulares, carcasas, cargadores), televisores, radios para vehículos; así también, está la sección ferretería, sección de herramientas, llantas, cocinas industriales (con comerciantes de Chimborazo y Cotopaxi que llegan para hacer negocios), con costos accesibles. Así también están las herramientas nuevas y usadas.
Otra de las secciones es la de legumbres, frutas, hortalizas, verduras, como también, la sección de abarrotes, sección patio de comidas, sección golosinas, sección de carnes, pollos, sección mariscos al por mayor que llega en camiones desde la Costa y muy fresco, y mucho más.
Uno de los problemas que afronta el Centro Comercial es la informalidad a sus alrededores y eso hace que exista como 40 puestos vacíos y esos mismos comerciantes están vendiendo en la calle, y eso genera inconvenientes, acotó el vicepresidente.
Mientras tanto, los comerciantes formales se esmeran por llegar al cliente con buenos productos, amabilidad y buenos precios, además de pagar impuestos al Gadma, acotó.
Por su parte, Gloria Vargas, propietaria del puesto 175, donde expende braceros, cocinas, planchas, salchipaperas, de fabricación propia desde hace 20 años. Recuerda que hace 10 años se quemó toda la mercadería, y reponerse de eso fue muy complicado, sin embargo, con deudas han tratado de salir adelante. Invitó a los clientes a visitarlos.
En tanto que Ernesto Guzmán, presidente del Comité Central de Comerciantes del Centro Comercial Simón Bolívar, explicó que aún sigue latente el recuerdo triste del incendio, porque hasta la actualidad es difícil la situación económica y psicológica. En estos 10 últimos años, se lucha por salir adelante, porque legaron los paros, pandemia, y desafíos de la nueva sociedad.
El presidente está en la sección de muebles, y espera que los ambateños y tungurahuenses sigan siendo solidarios y adquieran los diferentes productos, en artesanía, metalmecánica, tecnología, fierros usados, antiguedades, ropa, y más. Este mercado los domingos, además, labora la sección muebles desde las 08:00 hasta las 18:00 horas los domingos y lunes; en tanto que martes a sábado están desde las 09:00 hasta las 16:00 horas y todo es del productor al consumidor y son económicos, porque son artesanos que generan puestos de trabajo. (I)