9.800 millones en el 2050

Imaginémonos por un momento que estamos en el año 2050 (tal vez no todos tengamos esa oportunidad), la tecnología ha cambiado mucho, el avance médico evita fallecimientos generados por nuevas pandemias, pese a que la tendencia de los jóvenes hoy en día es no contraer nupcias matrimoniales y se reduce el sueño de contar con hijos en las nuevas generaciones, la población seguirá incrementándose.

En Ecuador alcanzaremos los 21,1 millones de habitantes, lo cual significa que la cantidad de servicios básicos que requeriremos en la dotación de agua potable, alcantarillado, energía eléctrica, y demás, debe crecer de manera proporcional.

En el caso de nuestra ciudad (Ambato), contamos con las plantas de tratamiento de agua potable como Apatug, Casigana, Santa Marianita, Tilulum, Quillan, Socabón, las cuales abastecen la zona sur en un alto porcentaje y la del norte queda pendiente varios sectores.

Debemos considerar que la proyección de habitantes debe “ir de la mano” con la dotación de servicios básicos y por su puesto la captación de otras alternativas de generación del liquido vital; programas de forestación y reforestación para mantener los caudales existentes deben ser prioritarios para continuar con el abastecimiento actual.

Nuevos programas como el de ríos orientales para lograr la captación de agua de los ilinizas es menester continuarlos, para que la zona norte pueda satisfacer esta prioridad, pero no solo es el agua, también está el alcantarillado y las plantas de agua residuales; si vemos que la actual PTAR tendrá una saturación en un par de años, debemos contar con los estudios para su ampliación a corto plazo.

Al crecer la ciudad y el número de habitantes, también necesitaremos más hospitales, centros de mercadeo, descentralización de los servicios que se brinda en el casco central y transformación de polos de desarrollo de ciertas parroquias que pueden ser centros de negocios dependiendo el tipo de servicios que se puede brindar en cada lugar.

Trabajar en políticas de gobierno a largo plazo para consolidar el desarrollo de la ciudad es una labor de gobiernos seccionales, empresarios privados, academia y ciudadanía que seguimos confiando en leyes y ordenanzas en favor de la ciudadanía. (O)