¿Arrastrando una estupidez?
Al reflexionar sobre la aseveración de Ernesto Sábato: «La ciencia es una escuela de modestia, de valor intelectual y de tolerancia, muestra que el pensamiento es un proceso, que no hay gran hombre que no se haya equivocado ni dogma que no se haya desmoronado ante el embate de los nuevos hechos y de los resultados», recordé el comentario de un grupo de compañeros médicos europeos cuando cursaba la beca de posgrado en China: “Más del 75% de la población China, la quinta parte de la población mundial, acuden a los gigantescos hospitales de Acupuntura para tratar sus problemas de salud, por tanto no podemos creer que pueda existir en el planeta Tierra más de 1.374 millones de estúpidos arrastrando su estupidez por más de 4.000 años”.
En el mundo hay distintas escuelas médicas con conceptos de base diferentes, con fines diferentes. Hay estrategias médicas que no pretenden mantener crónicos a enfermos, y no persiguen intereses económicos del paciente y su misión humanista más bien es evitar y prevenir la complicación de la salud de su población oportunamente ya que se produciría un caos humanitario por su sobrepoblación. Tenemos dos tipos de medicina que no se oponen la una a la otra, sino por el contrario, entre las dos, nos acercamos mucho más a la verdadera medicina integral.
No se equivocó Hipócrates cuando enunció que: “La fuerza curativa natural que hay dentro de cada uno de nosotros es la más grande que existe para curarse”, y hoy, gracias a la física moderna producto de los progresos de la investigación permanente de la medicina, ya sabemos que la Acupuntura no es otra cosa sino una neuroestimulación transcutánea cuyo mecanismo de acción se inicia al insertar finísimas agujas, las cuales actúan sobre las terminaciones nerviosas que en un lugar específico tienen menos resistencia a la acción mecánica o eléctrica empleadas, lo que facilita la entrada de las estimulaciones. Dicho acto desencadena una corriente que va por los nervios hacia el cerebro. Los nervios se forman por cadenas de neuronas en los cuales se produce una acción metabólica perfectamente determinada por los investigadores, intercambio de sales, calcio, sodio, cloro y potasio; y además de productos orgánicos definidos regulados biológicamente. Hoy la acción de la Acupuntura sobre la inmunidad (defensas) está fuera de toda duda y sus mecanismos de acción se precisan constantemente. En una panorámica rápida podemos afirmar que existen estudios de que la acupuntura y la Moxibustión chinas tienen efecto analgésico y antiinflamatorio local y general, acción neuroendocrina, por estimulación de la secreción de endorfinas, acción de estimulación del sistema neurovegetativo, el interferón, neuromediadores, relación entre el sistema opioide y las interleuquinas con el sistema inmunitario. Es decir que estimula nuestros propios mecanismos de respuesta y regulación ante problemas como el dolor o la inflamación y la degeneración funcional integral. (O)