Ecuador se defenderá en la OEA
La crisis diplomática entre Ecuador y México se analizó ayer, martes 9 de abril ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), que la semana pasada había convocado a dos reuniones de emergencia para abordar la irrupción de la Policía ecuatoriana en la Embajada de México en Quito para capturar al exvicepresidente Jorge Glas y la concesión del asilo político al exfuncionario.
La reunión inició alrededor de las 14:00 (hora de Ecuador continental). El primero en intervenir fue el viceministro de Movilidad Humana de Ecuador, Alejandro Dávalos. Él expuso las razones por las que el Gobierno de Daniel Noboa dispuso ingresar a la sede diplomática, entre esas que la concesión del asilo a Glas fue un «acto que vulnera» la Convención sobre el Asilo Diplomático (1954) y la Convención del Asilo Político (1933).
Dávalos reiteró que existía el riesgo de que el exvicepresidente requerido por la justicia ecuatoriana escape del país. En ese sentido, subrayó: «Es evidente que el asilo concedido a Jorge Glas puede responder a valoraciones de afinidad política, mas no de naturaleza jurídica y diplomática».
«Esperábamos que México dispusiera la salida de Glas, quien no reunía los requisitos para el asilo y quien de ninguna manera se puede considerar un perseguido político», agregó el funcionario ecuatoriano.
Asimismo, el viceministro ecuatoriano pidió que se actualicen las normas sobre el asilo diplomático y «otros instrumentos internacionales».
Luego fue el turno de los delegados de Antigua y Barbuda, Argentina, Costa Rica, Canadá, Bolivia, Honduras, República Dominicana, Perú, España, Ciudad del Vaticano, Panamá, Guatemala y Brasil. Todos condenaron la irrupción en la Embajada, pero hicieron un llamado al diálogo entre Ecuador y México.
El representante de Brasil, por ejemplo, indicó que la incursión en la sede diplomática merece «el enérgico repudio» de los países de la región.
Mientras que, el comisionado de Argentina resaltó que «la inviolabilidad de los locales diplomáticos es taxativa y no contempla excepciones». No obstante, reconoció que existe la necesidad de reflexionar sobre «el instituto jurídico del asilo», concebido para quienes sufren persecuciones políticas y no para personas requeridas por cometer delitos comunes. (I)