Amigo de copas lo apuñala
El cielo, adornado con tonos anaranjados, pintaba un paisaje sereno sobre el Parque Central de Tisaleo, un lugar donde los ciudadanos disfrutan de la frescura del atardecer. Sin embargo, el sosiego se vio abruptamente interrumpido el pasado 7 de abril, cuando un sombrío incidente teñía de rojo el asfalto.
Eran alrededor de las 3 de la tarde cuando los ecos de un altercado resonaron entre los árboles del parque. La sombra de la violencia se cernía sobre el espacio público; mientras que, el rumor de una agresión con arma blanca se propagaba como el viento.
La víctima, un joven de 25 años de edad, yacía en el suelo, con una herida en la espalda que hablaba de un intento de asesinato. Las autoridades de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida y Muertes Violentas (DINASED), en coordinación con el ECU-911, respondieron al llamado de emergencia, convergiendo en una escena marcada por la confusión y el miedo.
De la entrevista con la doctora que atendió al hombre emergía un halo de incertidumbre sobre la salud del joven herido. Mientras tanto, el relato del señor Cristóbal P., primo de la víctima, añadía piezas al rompecabezas. Según su testimonio, el presunto agresor, un joven de 20 años de edad estaba bebiendo con la víctima y sin motivo aparente lo atacó.
La persecución ininterrumpida tras el presunto autor, narrada con una mezcla de emoción y urgencia, conducía a la captura del agresor, en las calles de Tisaleo, llevando consigo el peso de las consecuencias de sus acciones.
Mientras la noche avanzaba, el cuerpo de Eje Preventivo, arrojaba luz sobre el oscuro suceso, desvelando los indicios que, con meticulosidad, eran recogidos y embalados por personal de criminalística para su posterior análisis. (I)