Voluntarios, base de la Cruz Roja
En la Junta Provincial de la Cruz Roja Ecuatoriana en Tungurahua, el voluntariado es más que una labor, es la columna vertebral que impulsa el servicio y la solidaridad en las comunidades. Este equipo de voluntarios trabaja incansablemente a nivel local, buscando fortalecer la resiliencia de las comunidades y brindar una respuesta inmediata en momentos de necesidad.
“El hecho de educar y trabajar con las comunidades no solo en el sentido de prevenir desastres, sino también en promover la salud y el consumo de agua saludable, permite que la comunidad se fortalezca y salga adelante por sí misma”, destacó la presidente de la Junta Provincial, Catalina Charvet.
Los voluntarios de la Cruz Roja en Tungurahua se enfocan en diversas áreas de acción, incluyendo el apoyo psicosocial, psicoemocional, género, inclusión, protección a migrantes y la importante labor de reunir a los migrantes con sus familiares.
“La Cruz Roja abarca todas estas áreas que tienen que ver con la palabra humanidad. Somos una institución que no depende de fondos de organismos nacionales o provinciales. Nos sostenemos gracias a los servicios que ofrecemos a nuestra comunidad. En este último año, hemos crecido significativamente, sumando un total de 45 profesionales en 20 especialidades diferentes”, comentó otro miembro del equipo.
La demanda de estos servicios, que además son accesibles en términos de precios, permite financiar el trabajo vital que realizan los voluntarios día a día.
“Cada día estamos mejorando. Este año ha sido próspero en beneficio de la comunidad. La demanda de nuestros servicios ha aumentado, pero aún queremos que más personas se beneficien de nuestro trabajo humanitario”, agregó.
Una de las voluntarias, Alejandrina Villacrés, compartió su experiencia de siete años en este noble servicio. Su motivación surgió tras el terremoto de 2016, un evento que la llevó al lugar de la tragedia y despertó su deseo de ayudar de manera más efectiva.
“Me di cuenta de que no tenía las capacidades y formación como el personal de Cruz Roja. Ahí supe que quería unirme a este equipo”, explicó Villacrés.
Además, la voluntaria compartió varias anécdotas a lo largo de su trayectoria como voluntaria. “He trabajado en roles operativos, administrativos, y como referente a nivel provincial y nacional. Me he especializado en el área de salud mental y prevención del suicidio. Nada me llena más que recibir un simple ‘gracias’ por mi labor”, añadió.
Alejandrina extendió una invitación a todos aquellos que deseen unirse como voluntarios de la Cruz Roja, para ser parte de este equipo que brinda ayuda a quienes más lo necesitan. (I)