Denuncias ayudan a sorprender a extorsionadores
Santiago O., es propietario de un restaurante situado en la zona Norte de la ciudad y desde hace dos meses ha sido el “blanco” perfecto para extorsionadores de nacionalidad extranjera que llegan a exigir entre 5 y 20 dólares cada semana.
“La primera vez que llegaron dijeron que querían el dinero para comprar comida y que no tenían nada, pero a la semana siguiente llegaron a pedir 20 dólares, caso contrario iban a atentar contra mis hijos. Esto causa temor, ya que si se hace la denuncia, ellos llegarán con más saña”, contó.
Aclaró que una vez intentó denunciar, pero tuvo temor y ahora tiene pensado cerrar su negocio y huir.
Ante la situación, el jefe del Distrito Ambato Norte, Christian Quintana, indicó que las denuncias se receptan de forma reservada y ahí actúa la policía para poner tras las rejas a los extorsionadores.
“Las redes sociales permite a los ciudadanos llegar hasta los extorsionadores, ya que ahora es fácil encontrar a prestamistas que dan supuesta facilidad para pagar, pero cuando la víctima ya está involucrada, es la que sufre las consecuencias de las amenazas”, dijo.
Hay que indicar que en Tungurahua se han detenido a varios grupos de presuntos extorsionadores, mismos que fueron capturados en el preciso momento en que recibían el dinero de la víctima.
En mayo del 2023 y con base en las pruebas presentadas por Fiscalía, un Tribunal de Tungurahua dictó sentencia de 13 años de pena privativa de la libertad, a seis autores directos del delito de extorsión.
De igual forma, el pasado 27 de abril se detuvo a dos extorsionadores que fueron sorprendidos por agentes de la Unidad Nacional de Investigación Antisecuestros y Extorsión (Unase).
Quienes lideraron el operativo, aseguraron que es necesario que las víctimas denuncien inmediatamente, considerando que se protege a la misma y sus datos.
Pese a los pedidos insistentes de la Policía Nacional con las denuncias, Gerardo Sánchez, propietario de un local comercial ubicado en la avenida Manuela Sáenz, comentó que resulta “complicado” denunciar, ya que los maleantes o los familiares llegan directo al cumplimiento de las amenazas.
Algunos propietarios de restaurantes, situados en la zona Norte, aseguraron que los extorsionadores rondan la zona y que prefieren hacer “justicia con mano propia” y evitar denunciar a la policía. (I)