Ambato martirizada por las guerras

Columnistas, Opinión

Había escrito en 2002, cuando ubiqué este expediente, que nada más curioso que encontrarse a los 182 años con este documento que en uno de sus folios dice: “Expediente en que por medio de declaraciones juradas se manifiesta quiénes fueron los partes: autores del saqueo de la Administración de Rentas de Ambato”. No podía ser de otro modo después de “rendido el cuartel”, el objetivo habría sido ir al sitio donde se guardaba la plata y el aguardiente.

Ya pasó el Bicentenario del 12 de Noviembre de 1820, y a pesar de intentos fallidos de publicar, lo hago limitadamente ahora, porque es bueno alimentar la historia que requiere nuestra colectividad, a sabiendas que lo único que se ha venido repitiendo es “la toma del cuartel” con una lista de nombres. Mediante este documento angular ubicado en el Archivo Histórico de Ambato, encuentro que don Miguel Grande Suárez, tomó parte activa en el proceso libertador del dominio hispano. Considero que este nombre ha sido relegado de la memoria documental e histórica; y por justicia, debe ser reivindicado.

Síntesis histórica

Digamos que, para concretarse nuestra transformación política de dependencia de la monarquía española, los tungurahuenses debemos tener en cuenta los siguientes sucesos:

10 de agosto de 1809 – Quito

2 de agosto de 1810 – Quito

2 de septiembre de 1812 – Combate de Mocha

9 de octubre de 1820 – Guayaquil

12 de noviembre de 1820 – Ambato

22 de noviembre de 1820 – Ambato – Primer combate en Huachi / Derrota

12 de septiembre de 1821 – Ambato – Segundo combate en Huachi / Derrota

21 de abril de 1822 – Riobamba – Batalla de Tapi

24  de mayo de 1822 – Quito – Batalla de Pichincha. / Triunfo

¿Qué nos dice esto? Pues que los sucesos del centro del país fueron apenas antecedentes inconclusos que no dieron lo que celebramos como fecha de independencia de la opresión española. Celebramos como fechas de “Independencia” sucesos que no se consolidaron con actas de rendimiento por parte de la soldadesca ni de la administración española. Además, porque una villa o provincia aislada no podía declararse independiente en el marco de una estructura superior como era la Real Audiencia. En este grupo están 3 de noviembre para Cuenca, 10 de noviembre en Guaranda, 11 de noviembre para Latacunga, Machachi y Riobamba, 12 de noviembre para Ambato. Sin embargo de lo referido como triunfo en Tapi el 21 de abril de 1822, en la práctica, sigue siendo un antecedente a una rendición definitiva.

La prueba está en el documento que estamos comentando, pues se ve que la administración española volvió a tomar el mando a pesar de las revueltas armadas, a los diez días de la proclama. Y esto, claro está, tuvo una terrible consecuencia en la población tungurahuense que sufrió saqueos y vejaciones que el lector podrá disponer cuando se publique todo el trabajo. (O)

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