Festejando a 4´624.351 madres en Ecuador

Columnistas, Opinión

El día de la madre no pasó desapercibido para los hogares en nuestro país, pues nos agolpamos con nuestros hermanos, con nuestros padres, abuelos, etc, cantando a viva voz un FELIZ DIA MAMÁ, unos festejaban en casa con el servicio de una sabrosa comida, otros teníamos que conformarnos con el recuerdo de lo que fue el ser más querido que tuvimos en la tierra y lanzar canticos al cielo, para rebajar el dolor al no contar con nuestra madre de forma terrenal.

Una fecha mercantilista talvez? llamado a la reflexión para visitar con mayor  frecuencia a ese ser maravilloso durante diversos días de la semana o talvez agradecer al ser que nos dió la vida y nos formó profesionalmente.

Sea cual sea la causa del festejo, podemos ver una dinamia económica en diversos sectores como la ropa, es que a mamá le gusta esta blusa, suéter, poncho o talvez un par de zapatos, otros a su vez creemos que la vajilla, la cocina o la refrigeradora necesita un cambio y es una época maravillosa para ese regalo que al fin de cuentas sirve para la familia.

Un paseo dentro de la ciudad, la visita a un restaurante en el cual venden comida deliciosa (aunque cara) o el tratamiento de alguna  dolencia, forman regalos exclusivos para nuestra madre.

Creo sin embargo que lo único que hace feliz a una madre, tan solo es el hecho de contar con la presencia de sus hijos y esposo, si pueden estar presentes los hijos/as políticos y los nietos,  mejor aún; lo importante para ellas siempre será la presencia física, un abrazo y si, en la mayoría, nada de regalos materiales, tan solo ver a los hijos.

Recordar con beneplácito junto a nuestras madres la época de nuestra niñez, nuestros primeros pasos, los manchones en la tarea, las visitas al médico, los llantos, abrazos, son un gran recuerdo que permite evocar épocas que nunca volverán; y para la madres primerizas,  aquellas que recién acaban de tener un hijo, despertar la gracia que les entregó Dios, al prodigar el mejor regalo para profesionalizar a una madre como es la presencia de un hijo.

Una de las épocas hermosas, donde recordamos la pincelada de Dios en la tierra, a través de la presencia del ser que más amamos acaba de pasar, que interesante saber que el mundo material pasa a un segundo plano cuando de hablar de este festejo se trata. (O)

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