Licencia por prisión preventiva

Columnistas, Opinión

La actual Asamblea Nacional, que al inicio tuvo un desempeño más o menos aceptable, nuevamente deja ver una imagen empobrecida de la política ecuatoriana. El 21 de mayo aprobó una reforma al Código Orgánico de la Función Judicial poco coherente frente a la corrupción e impunidad que campean en el país. El proyecto estuvo liderado por la Revolución Ciudadana.

En la parte sustancial, 92 legisladores, no está claro por qué, decidieron favorecer a los vocales del Consejo de la Judicatura, con una reforma que les permitiría, en caso de ausencia temporal, debido al cumplimiento de prisión preventiva o arresto domiciliario, dispuestos por un juez competente, solicitar licencia sin sueldo durante el tiempo máximo permitido por la ley. Mientras tanto, los suplentes o alternos, podrían principalizarse provisionalmente para ejercer las funciones de los imputados. 

La licencia laboral no es otra cosa que, una autorización para que un trabajador se ausente o deje de prestar sus servicios, sin perder las prestaciones otorgadas por la ley. Legalmente, existen distintas razones que justifican una ausencia. Así, por ejemplo, la enfermedad; la maternidad o paternidad; los estudios o algunas causas de fuerza mayor. En todos los casos, las solicitudes deben estar debidamente documentadas. 

Ahora bien, la normativa ecuatoriana no incluye un tipo de licencia por estar en la cárcel o siendo investigado por algún delito. Por más que los legisladores firmantes de la reforma, justifiquen su actuación, alegando que la única finalidad es que los vocales de la judicatura no pierdan su cargo mientras duren las investigaciones, proponer una modificación de esta naturaleza no se compadece con el momento social, político, económico y de violencia que atravesamos.  

Solamente por citar un caso, si esta modificación habría estado vigente tiempo atrás, personajes como Wilman Terán o Xavier Muñoz, detenidos por sus presuntas implicaciones en casos de corrupción, no habrían tenido que renunciar a su cargo cuando se les dictó prisión preventiva. Para ellos, habría sido suficiente acogerse al beneficio de licencia sin sueldo, aun estando en la cárcel. 

Para tranquilidad de un número significativo de ecuatorianos, la reforma fue vetada totalmente por el presidente Daniel Noboa. Tendrá que pasar un año para que vuelva a tratarse, ojalá por una mejor Asamblea. A pesar de esto, no deja de ser preocupante saber que, algunos grupos políticos permanecen de espaldas a la realidad del país. (O)

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