Morosidad de los microcréditos
En estos últimos meses, la morosidad de los microcréditos ha subido preocupantemente, en los bancos este segmento que normalmente no pasaba de 3%, al momento ya llego al 7%, mientras que en las cooperativas de ahorro y crédito salto de un normal 4 o 5% al 12%, en ambos casos subió más del doble que en otras condiciones. Los microcréditos otorgan las entidades financieras (bancos y cooperativas de ahorro) a clientes y socios cuyas ventas anuales no superen los 100.000 USD, además que los fondos prestados se utilicen como capital de trabajo (producción, comercialización a pequeña escala) para el negocio, no para consumo.
De acuerdo con la tabla de tasas de interés vigente para este mes de julio, elaborada por la Junta de Política y Regulación Financiera, pero publicada por el Banco Central del Ecuador, se observa que para el segmento de microcrédito minorista (hasta 1.000 USD) se autoriza una friolera tasa máxima del 28,23% anual, el de acumulación simple (mas de 1.000 USD y hasta 10.000 USD) una tasa máxima del 24,89% o el microcrédito de acumulación ampliada (mayor a 10.000 USD) la tasa máxima llega a 22,05%. En todos los casos el cliente que recibe un microcrédito, además de tener la liquidez mensual oportuna para pagar la cuota, debe generar un nivel de ingresos alto para que pueda cubrir sin apremios esa alta tasa de interés, más la cobertura del costo de la carga fiscal (impuestos, tasas, predios, aranceles) sobre el 22% que pagamos todos.
Con las espeluznantes cifras oficiales, un propietario de un negocio que recibe un microcrédito debe cubrir 28 % de interés más 22% de carga fiscal, esto significa el 50% de sus ingresos solo para el banco, cooperativa de ahorro, SRI y municipio, entonces no le queda recursos para subsistir, peor para hacer crecer el negocio. En este contexto es urgente se revise las tasas de interés para este segmento que castiga al estilo de usura (chulco), pero el incremento de las tasas de morosidad por microcréditos vencidos también se esta generando por la desaceleración de la economía ecuatoriana que se espera en un escenario optimista solo se crezca 1%, si a eso se suma los 3 puntos porcentuales que aumentó el IVA desde abril que seguro redujo las compras del público y por ende las ventas de los propietarios de esos negocios, más la presión que suelen ejercer a los oficiales de crédito en las entidades financieras para que cumplan con las metas de colocación de créditos cada mes, ha hecho que lleguemos a esta incomodas situación. Se debe tomar cartas en el asunto de inmediato para mitigar el problema. (O)