Bachilleres

Columnistas, Opinión

                                           

La semana pasada realizaba trabajos y trámites profesionales en una institución pública, en lo relacionado a la materia de Derecho Tributario, y se me ocurrió mirar que salían del teatro Lalama Padres de familia sonrientes junto con los hijos bien uniformados,  pregunté qué es lo que pasaba?, me supieron informar, que era la incorporación de los nuevos bachilleres del año 2024. en ese entonces mi mente retrocedió  40 años  y me acordaba que cuando me gradué las incorporaciones se hacían en el salón mayor del prestigioso Colegio Nacional  “Patrón” Bolívar  cuando era patrón, y ahora de lo que me conversan solo ha quedado el nombre, bueno todo tiempo pasado fue mejor dice un adagio.

Pero vamos al kit del asunto, de acuerdo a los registros del Consejo de Educación Superior cada año se gradúan 300.000 Bachilleres en el Ecuador. No todos logran ingresar a la Universidad pública peor para seguir las carreras de sus preferencias, o en su defecto matricularse en las privadas, eso más dependiendo de las posibilidades, lamentablemente no existe una orientación profesional para los nuevos Bachilleres, las profesiones tradicionales como medicina, derecho, odontología, ingeniería arquitectura, administración, auditoria están saturadas de profesionales, quienes al no poder desarrollarse en su profesión buscan otras alternativas, como la  de ser empleados públicos o privados y no desarrollan su intelectualidad, buscando ser emprendedores en esto también tiene mucho que ver el Gobierno Nacional y el Consejo de Educación Superior, que no informan a la Asamblea, al Gobierno Nacional sobre las carreras ya saturadas, y ellos deberían delegar a la oficina de Orientación Vocacional de cada Colegio para orientar a los jóvenes para que escojan otras alternativas y puedan formarse desde abajo con su micro empresa y dejar la cultura de que quiero poner mi carpeta en algún lado y con una buena “palanca” ingresar a alguna institución pública o privada  y ahí vegetar hasta jubilarse; ese pensamiento caduco debería quedar atrás, en Los EEUU Asia y Europa los jóvenes tienen otra visión y pensamiento y esto debería ser investigado por los padres de familia ,  educar a los jóvenes desde la casa, luego llevar esta iniciativa al colegio, y autoridades educativas. Desgraciadamente desconozco si todavía habrá el departamento de Orientación Vocacional que se llamaba en mi tiempo.

El cambio debe empezar desde el modelo educativo, debe incorporarse asignaturas que permitan el desarrollo de competencias digitales  éticas y morales  que se destierre la idea de la formación tradicional ya caduca, el Estado debería abrir nuevas áreas de formación  técnica y tecnológica para ampliar la oferta de trabajo en el país. Si la educación sigue como está y el Consejo de Educación Superior no informa a sus superiores de la saturación de profesiones y poder cerrar por unos años las profesiones tradicionales, lógicamente dando paso a otras que se requieren en la vida moderna, seguiremos formando Bachilleras sin ningún  norte. (O)

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