Un abrazo de oro y plata

Columnistas, Opinión

El Ecuador celebra por lo alto el triunfazo de Daniel Pintado, la medalla de oro, así como la medalla de plata modalidad marcha atlética con Glenda Morejón, en los juegos olímpicos de París 2024; este fue un refresco, un momento de alegría para todo el Ecuador, en un país que se hunde en la corrupción, la violencia criminal, la falta de empleo y las disputas políticas. Estas históricas victorias no sólo tiene un valor significativo para nuestro deporte, que no tiene el estatus de potencia mundial; sin embargo, el verdadero logro de los atletas trasciende en el podio, en años de entrenamiento, de tablas de alimentación, cumpliendo a cabalidad los entrenamientos con su director técnico, con el  apoyo familiar, donde los recursos para su preparación son limitados y el apoyo institucional que es deficiente, pero venciendo estos obstáculos, trabajando en equipo, teniendo fe en sí mismo, los triunfos deportivos se construyen sobre un terreno de adversidades y desafíos. 

Solo los atletas entregados al entrenamiento diario podrán describir ese esfuerzo colosal en el cual se concentra el trabajo muscular, el poder de la mente, los latidos cardiacos, la respiración y esa fuerza espiritual para marchar 20 kilómetros en el caso de Daniel, en oro y, en el caso, en relevos 42 kilómetros con Glenda la medalla de plata; todo estuvo estratégicamente planificado por su equipo de trabajo y cumpliendo al pie de la letra antes, durante, y en especial en los últimos tres kilómetros, hablando literalmente, donde se juega la vida o la muerte del podio, los triunfos olímpicos están reservados para gente de origen humilde, pero imbuido de una fuerza especial, basta recordar a otros deportistas medallistas olímpicos para fundamentar esta tesis, este es un ejemplo para quienes dirigen el país, trabajando en equipo tanto el Ejecutivo como en la Asamblea cuyas metas sean el desarrollo, las oportunidades para todos de acuerdo a su preparación.

Desechando egoísmos, envidias, los odios, la amargura, los celos, la prepotencia, los chismes, los amarres políticos; hoy que estamos a la puerta de las primarias en los partidos políticos y  dando todo de sí en lo honesto en lo personal y en equipo. Solo así ganaremos la carrera a la corrupción al narcotráfico al crimen organizado y a la antidemocracia. Esta historia de los dos deportistas tricolores en los Juegos Olímpicos París 2024, ha quedado demostrado que a pesar de las dificultades, el talento y la determinación, pueden abrir caminos incluso en las circunstancias más adversas, tenemos mucha fe en halterofilia (levantamiento de pesas) en lucha libre recordemos que el verdadero valor de la medalla no radica sólo en el metal dorado. Sino en la fortaleza de espíritu y la capacidad de superar barreras que se presentan. (O)

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