Capital del chocho con acogida
La parroquia Totoras, ubicada en el cantón Ambato, es conocida por su destacada tradición en la venta y producción del chocho, un alimento ancestral que ha perdurado en la gastronomía ecuatoriana a lo largo de los años. Este sitio ha ganado el título de «la capital del chocho», un reconocimiento merecido por la calidad y sabor único de este producto.
Santiago Balladares, vocal parroquial de Totoras, explicó que este sector se ha hecho acreedor a esta denominación gracias al esfuerzo y dedicación de sus productores, quienes han perfeccionado la técnica de procesamiento del chocho. “Contamos con piscinas de desagüe que cumplen con todos los requisitos de salubridad. Ya no se realiza como antes, al aire libre. Es un lugar especial y adecuado que garantiza que todo sea higiénico para el consumidor”, comentó Balladares, destacando la modernización de los procesos para asegurar la calidad del producto.
Como resultado de este trabajo, el chocho de Totoras se ha convertido en un alimento muy solicitado por quienes transitan por la vía a Baños. Muchos viajeros hacen una pausa en su recorrido para adquirir este nutritivo grano en las casetas ubicadas a lo largo de la carretera. “Mucha gente degusta de este plato y se ha convertido en un representante de la parroquia. En la parroquia contamos con una asociación encargada de esta producción; el chocho es distribuido a Quito, el Oriente ecuatoriano y Guayaquil”, agregó Balladares.
La producción semanal en Totoras es significativa. Cada miembro de la asociación produce entre cinco y 10 sacos de chocho, un testimonio de la importancia económica de este cultivo en la región. El Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (INIAP) ha investigado las propiedades nutritivas del chocho, destacando su alto valor proteico y su capacidad para fijar nitrógeno atmosférico al suelo, lo que lo convierte en un cultivo ideal para zonas agroecológicas secas, situadas entre los 2800 y 3600 metros de altura.
El mineral predominante en el chocho es el calcio, con una concentración promedio de 0,48%. Elena Villacrés, del Departamento de Nutrición y Calidad del INIAP, explicó que este mineral es esencial para el crecimiento y fortalecimiento de los dientes y huesos. Además, señaló que el calcio se encuentra principalmente en la cáscara del grano, por lo que es recomendable consumir el chocho sin pelar.
El fósforo, con una concentración promedio de 0,43%, sigue en importancia. Este mineral actúa como controlador del calcio, es vital para mantener la salud ósea, la actividad del músculo cardíaco y la producción de energía. Entre los micro elementos, el hierro destaca en el chocho, con un promedio de 78,45 ppm, siendo crucial para la producción de hemoglobina, el transporte de oxígeno y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
El chocho se cultiva principalmente en la región Sierra del Ecuador, abarcando provincias como Cotopaxi, Chimborazo, Pichincha, Bolívar, Tungurahua, Carchi e Imbabura. Debido a su alto contenido de proteínas y grasas, este grano es conocido como la «soya andina», superando en porcentaje de proteína a otras leguminosas, con un contenido que varía entre el 42% y el 51%, y destacándose especialmente por su riqueza en lisina.
Totoras, con su tradición y calidad, continúa siendo un referente en la producción de chocho, contribuyendo tanto a la economía local como a la conservación de este valioso alimento en la dieta ecuatoriana. (I)