Denuncia concertada / Editorial
La postura tomada por la vicepresidenta Verónica Abad al denunciar al presidente Daniel Noboa, en el Tribunal Contencioso Electoral, tiene un tinte de desestabilización al buscar la destitución del primer mandatario.
Esta locura, al parecer, tiene otros actores interesados en inhabilitar a Noboa, quien, el día de ayer, dio algunas pistas. El presidente maneja la tesis que figuras políticas están detrás de esta denuncia y buscaron a la vicepresidenta para que dé la cara y, de relancina, capte el poder.
Es lamentable cómo la señora Abad se presta para esta infamia, deslealtad absoluta con la persona que formó parte de su binomio y la llevó al poder. Parece que la ambición rompe el saco, dice una frase muy popular y que se aplica perfectamente a esta aventura de la vicepresidenta.
El país quiere calma y no a los desestabilizadores que buscan a rio revuelto captar el poder. El gobierno dio pistas ahora se tiene que investigar a fondo para desenmascarar a las verdaderas caras que confabulan. (O)