Ambato y gestión de emprendimientos 

Uno de los pasos fundamentales cuando una persona o familias desea emprender en nuestra localidad, es el factor de la identidad, necesitamos relacionar la descripción del tiempo, espacio y delimitación, como también es importante superar o al menos controlar la fuerte emoción e ilusión que implica un emprendimiento.

Siendo nuestra ciudad, un espacio muy particular en todo el país tal vez en Latinoamérica para el comercio, la relación financiera, la oferta de servicios, el cambio de productos, el punto de encuentro entre identidades de todo el sector de la sierra, Amazonía y costa en un espacio citadino que al mismo tiempo se ha convertido en escenario de tránsito.

Ya en una entrega anterior compartí con mis lectores sobre la importancia del casco central de la capital de los tungurahuenses, protagonismo que las últimas décadas de las administraciones municipales lo han sacrificado, por motivo de no entender la ruptura cultural en el cambio de siglo, de la misma manera les ofrezco nuevas entregas en potenciar el casco central ambateño.

Regresemos entonces a la necesidad de la definición de un proyecto de emprendimiento, sobre todo de comercio y servicios que goza históricamente el casco central de Ambato, un emprendedor debe reducir la posibilidad de tomar decisiones desde la espontaneidad y el impulso subjetivo que pongan en riesgo sus recursos e inversiones.

El análisis de espacio se reacciona con la ubicación en donde vamos a invertir y ofertar nuestros bienes y servicios, el tiempo determina el momento mas oportuno para abrir nuestras puertas e invitar a nuestros clientes a visitar nuestro emprendimiento, determinar las necesidades que vamos a solucionar, como también el talento que tenemos y hacia donde lo vamos a volcar.

La forma y el fondo son tan importantes y estratégicos en nuestro emprendimiento como el factor técnico y de conocimiento que debemos tener sobre nuestro mercado, el target hacia el cual apuntamos y el acompañamiento técnico y de gestión que debemos incorporar a nuestro objetivo de inversión que nos permita competir, destacar, crecer y triunfar.

En mi consultoría, encuentro muchas emociones al iniciar un negocio, participación familiar, sueños y recursos acumulados con el tiempo o comprometidos con una entidad financiera, sin embargo, la poca o nula capacidad de innovación hace que dichas ilusiones se disuelvan mucho mas que los emprendimientos que se abren día a día. (O)

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