Día gris marcado por fatal accidente
La mañana de ayer amaneció fría y nublada en Mocha. Un cielo gris cubría el ingreso a esta pequeña localidad, presagiando el desenlace trágico que pocos minutos después conmocionaría a todos. Eran cerca de las 11:00 horas cuando la calma habitual de la zona se rompió en un instante de terror y dolor.
En la bajada que precede al puente del río Mocha, un camión marca Jac, aparentemente fuera de control, se dirigía en sentido Riobamba-Ambato. Los frenos, según se presume, fallaron, y el pesado vehículo comenzó a descender a toda velocidad, sin que el conductor lograra maniobrar a tiempo. En su desenfrenada carrera, el camión impactó brutalmente contra dos camionetas: una Mazda BT-50 blanca de doble cabina y una Chevrolet Luv DMax plateada de placas TBJ-0000.
El estruendo del choque resonó en la carretera, haciendo eco en los corazones de quienes presenciaron la tragedia. La escena que siguió fue devastadora. De los tres vehículos implicados, la peor parte se la llevó la Chevrolet DMax. El impacto fue tan fuerte que dejó al conductor atrapado entre los hierros retorcidos de su camioneta. Las esperanzas de rescatarlo con vida se desvanecieron rápidamente. A pesar de los esfuerzos de los socorristas, el hombre, cuyo nombre aún no ha sido revelado, no sobrevivió.
Testigos relataron que el conductor de la DMax, probablemente sin tiempo para reaccionar, se enfrentó a su destino sin posibilidad alguna de escapar. El frío que calaba hasta los huesos en la zona parecía acentuar la tristeza del momento, como si el propio paisaje llorara la pérdida de una vida.
Las autoridades que llegaron rápidamente al lugar, han sido cautelosas en sus declaraciones. Aunque aún no han dado una versión oficial de los hechos, todo apunta a que el camión Jac perdió los frenos, invadió el carril contrario y provocó la colisión. Los ocupantes del camión resultaron heridos y fueron trasladados a la casa de salud más cercana, donde están siendo atendidos.
El puente del río Mocha, que tantas veces ha sido testigo de viajes tranquilos, ahora guarda en su memoria el eco de un accidente que nunca debió ocurrir. Los viajeros, conmocionados, se reunieron a un costado de la vía, observando en silencio el trágico desenlace. La vía permaneció cerrada cerca de tres horas. (I)