La alegría de las clases

Columnistas, Opinión

En la Sierra y la Amazonía, chicos y chicas regresaron a clases con ilusión y las ganas de reencontrarse con sus compañeros y amigos de aulas, y la mayor novedad que tendrán será la inclusión de la materia de Cívica en la malla curricular educativa, para estudiantes de Educación General Básica y Bachillerato, tanto en los planteles fiscales como particulares y lo importante de esta materia es que enfocarán temas importantes como valores, ciudadanía, convivencia armónica, deberes y derechos.

Además se incorporarán disciplinas como Educación para el Desarrollo Sostenible, Educación Socioemocional, Educación vial y Educación Financiera. Hay que felicitar a las autoridades de Educación que por fin llegaron a entender que éstas materias no debían haber sido derogadas de la malla curricular, porque en Cívica se enseñan valores morales, patrios el respeto a sus semejantes así como a sus profesores; quienes fuimos educados con estas materias exigíamos la reincorporación de dicha materia, pues las nuevas generaciones, los estudiantes perdieron el norte, no respetan los símbolos patrios, se perdió el respeto a los profesores, a sus compañeros de aula; bien por la reincorporación de esta materia que mucho hacía falta a los estudiantes.

De la misma manera se tiene conocimiento que se retomará el llamado minuto cívico durante los 10 primeros minutos en los días lunes todos los estudiantes y profesores entonarán el Himno Nacional y se reflexionará sobre la necesidad de fomentar valores en estos tiempos tan venidos a menos, para desterrar la violencia, la corrupción, el desinterés por el buen rumbo del país, tratando de rescatar nuevos líderes de bien, de la misma manera hace falta el control interno dentro de las Unidades Educativas, ya que, ciertos estudiantes vienen desde sus lugares de residencia trayendo substancias prohibidas por la Ley, y que tratan de enganchar a otros chicos que por la curiosidad caen en las garras de las drogas, la sensación de inseguridad debe tener una respuesta adecuada de las autoridades, tanto para la protección de estudiantes y profesores.

Y los padres de familia también están en la obligación de participar en control de los derechos y deberes de los estudiantes y juntos cerrar las brechas abiertas por las cuales se colaron los invasores del desorden por falta de ética moral y cívica. (O)

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