Justicia por mano propia / Editorial
El pasado fin de semana los ecuatorianos fuimos testigos del linchamiento de una persona en el Cantón Cayambe, acusado de asesinato a un morador del sector. Un acto más de justicia por mano propia que nos lleva a preguntarnos si el Ecuador es un Estado fallido, en donde la autoridad policial se ve largamente superada por la muchedumbre que observan -temerosos por sus vidas- como le arrebatan a una persona por presumiblemente haber cometido un delito, y si la administración de justicia se ha delegado -tácitamente- a la multitud que a gritos y palos juzga y dicta la sentencia de muerte.
Toda esta saña colectiva y actos de barbarie transmitidos en tiempo real por redes sociales y medios de comunicación, que entrevistaban a los conciudadanos presentes y expresaban, la mayoría de ellos, su apoyo y aquiescencia con la denominada administración de justicia por mano propia.
La grandeza de un Estado se mide por la calidad de sus instituciones de derecho y el respeto de los ciudadanos hacía ellas, lamentablemente aún estamos muy lejos de ese horizonte. (O)