Al rescate de turberas en Tungurahua
Las acciones conjuntas para la conservación y restauración de ecosistemas altoandinos de Tungurahua avanzan de acuerdo al convenio de cooperación entre el Gobierno Provincial y la Universidad San Francisco.
El acuerdo tiene el objetivo de coordinar asesorías técnicas, realizar mapeos y aplicar medidas para la restauración y manejo sostenible de estos valiosos ecosistemas.
El trabajo colaborativo inició con la difusión respectiva en las zonas uno y cuatro, donde implementan los Planes de Manejo de Páramo. Además, se llevaron a cabo salidas de campo para identificar sitios piloto de restauración; así como, muestreos de suelo y de cobertura vegetal. Basados en esta información de campo y utilizando herramientas de sistemas de información geográfica, se elaboró el mapa que muestra la distribución de las turberas de páramo en Tungurahua.
El mapeo evidenció que la provincia cuenta con 76,849 hectáreas de ecosistemas de páramo por encima de los 3,200 metros de altitud, de las cuales aproximadamente el 29% está constituido por turberas (22,454 hectáreas). Asimismo, se estimó que la capacidad de almacenamiento de carbono en las turberas de Tungurahua varía entre 18.7 y 25.7 teragramos de carbono (TgC), a partir de muestras de suelo recolectadas en diversas zonas.
Las acciones conjuntas permitió seleccionar el primer sitio piloto para la restauración de la turbera de Chinguilahua, ubicada en el sector de las Antenas de Pilishurco. En esta área, se implementa el «Proyecto de Restauración Hidrológica de la Turbera de Chinguilahua», financiado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos a través del Programa Internacional de Adaptación y Mitigación del Cambio Climático en Latinoamérica y el Caribe (LACC) del Servicio Forestal de EE. UU.
Entre las principales actividades desarrolladas se destaca la creación de la red de monitoreo hidrológico en la turbera de Chinguilahua, que incluye la instalación de la estación meteorológica, 27 pozos de nivel freático, dos estaciones de medición de caudal en zanjas, y sensores automáticos que registran el nivel de agua en varios puntos. (I)