Fallece a los 12 días
El reloj marcaba las 19:30 horas, del miércoles 18 de septiembre, en el Hospital de IESS Ambato. La noticia de un fallecimiento, uno más en las listas de accidentes de tránsito, pero esta vez, la tragedia estaba teñida de una historia que dejaría una marca en el corazón de quienes lo conocieron.
Fabricio S. tenía solo 31 años de edad. Un joven que, como tantos otros, tenía sueños, esperanzas y un camino por recorrer. Aquel fatídico 6 de septiembre, el destino lo condujo al área de emergencia del Hospital del IESS, luego de un accidente que nadie esperaba, ocurrido junto a los tanques de EMAPA, cerca del canal de riego de Macasto. Ese canal, un simple elemento del paisaje de Ambato, se convirtió en el escenario de un suceso que cambió la vida de una familia para siempre.
El ingreso al hospital fue rápido, casi un reflejo de los intentos desesperados por salvar una vida. El médico de turno, fue uno de los primeros en atenderlo. Desde el primer momento, la gravedad de las lesiones se hizo evidente. El hombre fue trasladado al área de cuidados intensivos, donde comenzó una batalla silenciosa y agonizante que se prolongó por doce largos días.
Durante esos días, el cuarto de hospital se convirtió en el centro de un universo de emociones. Las lágrimas, las oraciones y las esperanzas de sus seres queridos se entremezclaban con el frío y constante pitido de las máquinas. Doce días en los que cada amanecer traía consigo la duda y el temor de un desenlace que nadie quería aceptar. Pero la vida, a veces, se desliza entre las manos con una frialdad que hiela el alma, y el 18 de septiembre, la lucha llegó a su fin. (I)