Detenidos tras robar con pistola de plástico
Eran las 14:30 horas del martes 24 de septiembre. En las tranquilas calles Lavayen y Pasaje Carlos Montúfar, dos jóvenes extranjeros, de apenas 20 y 19 años de edad, fueron detenidos en flagrancia por el presunto robo a mano armada de un teléfono celular, tras sembrar el pánico entre los vecinos.
Los presuntos maleantes interceptaron a dos jóvenes (hombre y mujer) de 20 años de edad. La escena fue rápida y brutal. Los supuestos delincuentes, utilizando un cuchillo y lo que parecía ser una pistola —más tarde se descubriría que solo era un objeto plástico con características similares—, intimidaron a las víctimas, arrebatándoles un celular.
Lo que sigue es una historia de huida y desesperación. Los asaltantes emprendieron una precipitada carrera, girando por el pasaje Carlos Montúfar y desapareciendo en el segundo piso de una vivienda cercana. Pero el sonido de las sirenas alertaba la llegada del Móvil de Criminalística y unidades policiales se desplegaron en minutos. La situación se volvió cada vez más tensa; en la mirada de los vecinos, el miedo y la incertidumbre reinaban.
El ingreso al domicilio era inevitable. La flagrancia del delito otorgaba la luz verde para una acción inmediata. Al entrar, la tensión en el ambiente era palpable. Allí, los presuntos delincuentes fueron atrapados, sus identidades confirmadas por los rostros desencajados de las víctimas. La aprehensión fue rápida y eficiente.
Pero la historia no se detiene ahí. Ocho teléfonos celulares, un cuchillo y una imitación de pistola fueron incautados como pruebas del delito. Los objetos recuperados fueron transportados como evidencia de un momento que las víctimas no olvidarán fácilmente. (I)