Energía
Las multinacionales de los datos están recurriendo a la energía nuclear, como una alternativa segura y permanente que alimente sus procesadores. Microsoft ha llegado a un acuerdo con la propietaria de la planta nuclear TMI, en Estados Unidos, para comprarle su producción durante 20 años, a partir de 2028, cuando se reabra la central, después del accidente nuclear ocurrido en 1979 por la pérdida de refrigerante en uno de sus reactores, el número 2, pues, el reactor número 1 funcionó sin problemas hasta el 2019, año en el que se clausuró por problemas económicos.
Oracle también avanza por el mismo camino de Microsoft con la finalidad de conseguir energía sostenible. Va a construir tres reactores nucleares de cuarta generación para sus planes de inteligencia artificial.
La denostada energía nuclear ha recuperado su protagonismo. Se la considera la energía más óptima en el proceso de transición energética. Hasta el 2050 se espera triplicar la producción de energía nuclear en las principales potencias occidentales.
Varios países europeos cometieron el error de deshacerse progresivamente de centrales nucleares. La consecuencia de ello fue la dependencia a la que se sometieron de Rusia. Al parecer, los gobernantes se han dado cuenta de la importancia de la energía nuclear y han cambiado las políticas sobre la materia.
La energía nuclear requiere de inversiones más altas que las de la energía hidroeléctrica, solar, a gas o eólica, por lo que solamente con capitales cuantiosos se pueden construir y mantener centrales nucleares. Para Ecuador, no es una alternativa. El país está determinado a optar por las fuentes usuales de energía. Es un logro, por ello, que después de siete años, en los que nada se hizo para aumentar el potencial energético, el Presidente Noboa le entregue al sistema interconectado alrededor de 400 MW más, hasta finales de año. No serán suficientes. En todo caso, le coloca al país en el camino correcto con inversión privada y pública impulsando la producción energética. (O)