Motivos de unidad

Columnistas, Opinión

En diciembre de 1997, Jorge Enrique Adum, escritor ambateño, publicó «Ecuador Señas Particulares». En el prólogo de la cuarta edición se menciona que la aceptación del público fue favorablemente inesperada. La versión más reciente se llevó a cabo en el año 2000.

Este libro conjuga aspectos de la historia nacional y lo que estuvo sucediendo en ese momento. El autor destaca hechos políticos, culturales y sociales de importancia, así como el racismo, las divisiones entre serranos y costeños y la unión en asuntos políticos o deportivos. El autor afirma que los ecuatorianos éramos capaces de colaborar en objetivos específicos, como la destitución de un presidente, la guerra con el Perú y los partidos de la selección. En todo lo demás, era imposible. Esto fue evidente en la época en que Adum escribió. La situación actual es distinta. 

El acuerdo de paz de Brasilia, firmado por Ecuador y Perú el 26 de octubre de 1998, puso fin a este motivo de unidad. A pesar de que el presidente Daniel Noboa declaró estado de guerra interna contra los grupos delictivos organizados, la violencia se ha convertido en algo habitual y se ha vuelto tan generalizada que el decreto presidencial es casi ignorado. Este escenario ya no fomenta la unidad de los ecuatorianos.

Los más recientes movimientos populares en contra de los presidentes Lenin Moreno y Guillermo Lasso, no tuvieron la fuerza necesaria para derrocarlos. En el pasado, los gobiernos de Jamil Mahuad, Abdalá Bucaram y Lucio Gutiérrez fueron derrocados por la confluencia de los levantamientos indígenas, las protestas de organizaciones sociales, la participación de los partidos políticos y la presencia de los ciudadanos de a pie. Actualmente, la protesta social, la lucha por los derechos, los levantamientos, la huelga…, no cuentan con el respaldo unánime de los ecuatorianos. La sociedad está altamente polarizada y esto es casi reversible.

Tradicionalmente, hemos celebrado los éxitos deportivos a un grito. Las conquistas en este ámbito han elevado la autoestima para vestir la camiseta tricolor con orgullo. No obstante, en la actualidad, ni «La Tri» es aplaudida por todos. Un indicador es la disminución del apoyo a la selección en los estadios. Ya no se une al país a través de la selección. Qué debe suceder para recuperar el sentido de ecuatorianidad. Espero que no seamos unidos por un desastre natural. (O)

Deja una respuesta