El cambio climático y los desastres naturales
El 20 de marzo de 1987 se firmó en Oslo, Noruega “el Informe Brundtland” impulsado por una mujer extraordinariamente visionaria e inteligente llamada Gro Harlem Brundtland, que procuraba implementar medidas para reducir los daños ambientales que terminan regresando en la vida y estabilidad de los seres humanos que compartimos “un Planeta vivo” que si siente demasiados daños, lastimosamente reacciona para defenderse.
Éste Informe Brundtland o Informe sobre “Ambiente y Desarrollo” procuraba desde aquella época, exhortar a los Gobiernos para que logren actuar con responsabilidad y sentido común, comprendiendo que el término de Desarrollo Sostenible que nace a partir del Informe Brundtland, nos ayuda a aceptar que es “aquel Desarrollo que cubre las necesidades de las generaciones presentes, sin afectar o comprometer las necesidades que tendrán las generaciones futuras”.
¿Si los pueblos no exigen a sus autoridades de turno implementar medidas y estratégias para disminuir las consecuencias negativas del Cambio Climático, a dónde vamos a parar?
¿Si los ciudadanos siguen creyendo que no les compete cuidar de la gran casa común que compartimos llamada “Tierra” en qué va a terminar todo esto?
La permanente lucha de toda la humanidad para frenar la destrucción ambiental, choca usualmente con ciertas autoridades vinculadas con liderazgo político que no han comprendido muy bien que la política está directamente añadida al bien común y aún en la actualidad reman en dirección contraria a la conservación ambiental y a lograr implementar un efectivo Desarrollo Sostenible a mediano y largo plazo.
Varios de estos “líderes políticos” argumentan que el Cambio Climático “no existe” y que no debe tener orígen antropogénico el aumento de la temperatura global, las inundaciones, el frío extremo, la sequía, la desertificación y muchas más desgracias que actualmente le atañen al Planeta Tierra.
¿Talvez pensamos que evitan hablar del Cambio Climático porque no les interesa “invertir” en medidas de mitigación y adaptación que tanto necesitan los países de todo el mundo?
¿Pero acaso no es peor tener que “invertir” en tratar de arreglar los inmensos daños ambientales provocados por desastres naturales que podrían fácilmente con mayor visión y sabiduría ser evitados?
No entiendo bien como por ejemplo: Donald Trump el ex presidente de Estado Unidos, se haya atrevido incluso en el año 2021 a escribir burlonamente en su cuenta de X un sarcasmo tan fuera de lugar como éste: ¿“Dónde está el calentamiento global”? “vuelve por favor, te necesitamos”.
Otro de los “líderes políticos” que niega la existencia del Cambio Climático es Jair Bolsonaro, el ex presidente de Brasil quien para favorecer sus mezquinos intereses generó la peor deforestación de la historia de ese país que forma parte de América Latina, llegando hasta a una pérdida de bosque en la Amazonia brasileña hasta de 10.267 kilómetros de cobertura vegetal en 2022.
También el presidente del Reino Unido, Boris Johnson, negaba la existencia del Cambio Climático emitiendo declaraciones visiblemente en contra del “Acuerdo de París” que procuraba agrupar a la mayor cantidad de países para implementar medidas en favor de la conservación ambiental y disminución del Cambio Climático; sin embargo en la actualidad ha cambiado un tanto su postura reconociendo públicamente que si no tomamos acciones seguiremos sufriendo la devastación de vidas y de economías.
Y por último mencionaré a Santiago Abascal, ex presidente de España, quien negaba rotundamente el Cambio Climático, argumentando que no existe porque no hay “pruebas científicas que lo aseveren”! Increíble, algunos años más tarde vemos con profunda tristeza a una de las ciudades más bellas de España (Valencia), devastada como nunca por las inundaciones, que traen consigo 25.000 muertes y varios desaparecidos.
¿Qué más queremos que suceda para empezar a tomar más conciencia con el trato que individualmente le damos al Planeta Tierra, que es hermoso y nos pide ayuda?