Cierre de campaña

Editorial

Hoy en día, los procedimientos de comunicación política demuestran la importancia de examinar meticulosamente la complejidad de las relaciones presentes en el contexto de la ejecución y la institucionalización del poder. Esta urgencia es más notoria cuando estamos a las puertas de una nueva campaña electoral en el país de los apagones.

La puesta en marcha de la democracia no solo se realiza en las elecciones generales o seccionales del país, que establecen la elección de autoridades a escala nacional o local, sino que también se realiza en los comités de los barrios, en las juntas empresariales, en los centros educativos de todos los niveles, entre otros. Las universidades no son la excepción.

En las campañas, pese al incremento en el uso de las redes sociales, los eventos públicos continúan siendo el principal instrumento empleado por todos candidatos para llegar a sus públicos. La movilización es el eje central de estas acciones y sostiene la comunicación directa con los electores. En el caso de las universidades, entre los eventos que deberían destacar dentro de una campaña son los talleres y las asambleas específicamente dirigidas a distintas áreas y colectivos. El Discurso del Candidato, como emisor de los mensajes debería ser claro, sencillo y directo.

No obstante, durante las elecciones de una universidad, las estrategias buscan el involucramiento de estudiantes, docentes y personal administrativo y el voto estudiantil, al parecer es de importancia suprema. Por esta razón, el cierre de campaña representa un momento decisivo, donde se busca integrar el discurso de los candidatos y el ambiente festivo generado por los jóvenes. 

El último final de campaña en los comicios universitarios ambateños no ha cambiado de lo que ya es prácticamente una costumbre establecida. Miles de personas en las cercanías del campus, principalmente alumnos, se deleitan con la presentación de orquestas y cantantes de renombre nacional. Para muchos, las propuestas de los candidatos quedan en segundo plano y son menos relevantes que la calidad de los artistas seleccionados.

En la universidad, las ideas, los proyectos, la ciencia, la vinculación con la comunidad, entre otros, deberían predominar. Lo demás no debería ser demasiado importante. Estas circunstancias explican la causa de la debilidad del sistema democrático de Ecuador, en el que las dádivas y el espectáculo están en el núcleo de las campañas electorales.

Deja una respuesta